UN PASEO HASTA EL AQUARIUM FINISTERRAE

El próximo 5 de junio de 2019 cumplirá veinte años de servicio. Un servicio fiel a la divulgación, al conocimiento, al aprendizaje y a descubrirnos a todos que este planeta es un 70% de agua. Que si, que es muchísima agua, pero esta cantidad es una cantidad limitada. A descubrirnos que la vida comenzó en el mar, que la vida sigue en el mar y que, si no cuidamos el mar, bueno… seguramente terminemos abrazando el mismo destino que en su día abrazaron los dinosaurios; la extinción.

Un poco antes de llegar tenemos esta curiosa escultura.

También lleva veinte años al servicio del turismo de esta ciudad, la ciudad de la última torre de Roma, servicio igualmente fiel que le es agradecido por la hostelería que le rodea en sus proximidades, que se esmera en hacerte sentir como en tu casa, en tu ciudad. Porque sentirte parte de la ciudad hace que sientas lo que te rodea como propio y con un poco de suerte, lo respetes, lo cuides, y lo promociones.

Pero… ¿de que sitio os estoy hablando?, ¿Adónde vamos esta vez? Bueno no es tan difícil de suponer, vamos a visitar el Aquarium Finisterrae. Vamos a descubrir a que animales da cobijo la Casa de los Peces, vamos a conocer que la rodea y sobre todo vamos a ver que el ser humano más que una especie, a veces más bien es un virus. Tranquilos, también veremos que quizás todavía estemos a tiempo de cambiar las cosas. Es muy importante no perder la esperanza.

El día que fuimos nosotros hacia una tarde típica de 

Galicia. Nubes, un poco de agua, lo clásico.

Muy bien pues comencemos. Supongo que recordareis como llegamos hasta la torre de Hércules en su momento; bueno pues vamos a usar el mismo principio para llegar hasta la Casa de los Peces; que es como los coruñeses llaman a su Aquarium popularmente. Los que no somos coruñeses en general también lo conocemos como la casa de los peces.  ¿Por qué utilizaremos el mismo principio? Simple, la torre está un poco más adelante; o detrás, según de qué lado de la circunvalación vengas; de la Casa de los Peces.

Es bastante recomendable venir con el plan ya organizado y no hacerlo con el sistema de organizar deprisa y corriendo. Puesto que en fechas tales como el día de los museos, la semana de la ciencia, y algunos otros en los que las palabras “Entrada Gratuita” fluya por el ambiente podría darse el caso de que para comer algo tengáis que peregrinar de la ceca a la meca; al templo de Dharphur o simplemente como sucedió cuando fuimos nosotros; de local de hostelería en local de hostelería hasta encontrar uno adecuado o simplemente con sitio para comer.

Como os digo, la entrada del Aquarium tiene mas

 aspecto de galpón en cualquier polígono industrial

 que de ser la entrada a uno de los museos de la ciudad.

Los que lleváis siguiéndome algún tiempo ya sabéis que a mí me gusta ser previsor. Por lo cual no os sorprenderá saber que en este caso había contactado previamente con la gente del Nova Lúa Chea, que es un gastrobar muy acogedor, ideal para llevar niños y en el que se come de muerte y gracias a esto no tuvimos más peregrinación que del coche hasta su local. Eso sí, en días como los mencionados es posible que el coche quede más lejano de lo que os gustaría, pero, es lo que hay. Si lo que buscáis es algo más tradicional, mas típicamente gallego; si os habéis venido desde fuera un tanto comprensible; siempre podéis ir hasta O Fado. Que esta cerquita del Nova Lúa Chea y que también está muy bien. En caso de duda por aquello de si habrá sitio o no en cualquiera de los dos locales; llamad y reservar, como hice yo. Esta es una muy buena sugerencia que, si tenéis planeado pasar el día y, no habéis organizado todavía un plan para comer en Coruña, os aconsejaría seguir. 

Todo el material con el que esta hecha esta escultura

se ha recogido en playas y fondos marinos. Básicamente 

como basura que alguien dejo ahí tirada a ver si se 

recogía sola. Si, la tabla también.

Una vez que hemos comido, lo suyo es dirigirse hasta la casa de los peces, llegar hasta ella es un lújazo porque vengamos desde donde vengamos recorreremos un tramo del paseo marítimo de Coruña, que personalmente a mi me parece uno de los mas bonitos que tenemos en España. En el preciso momento que lleguéis vais a poder comprobar que el Aquarium tiene un aparcamiento propio, y lo mas probable es que os preguntéis el por que no os lo he indicado antes para poder utilizarlo. Sencillo, a mi no me ha parecido que tenga una entrada exenta de riesgos; a decir verdad, como haya afluencia de público y tengáis que esperar cola, me pareció bastante arriesgado el acceso. Como yo no lo usaría ni borracho no os lo recomiendo. En las cercanías encontrareis aparcamiento casi seguro, y salvo que el tiempo os lo impida llegar hasta el a pie por el paseo os hará tener unas buenas vistas para, ya que estamos en este paseo, FOTO.

El Cañón lanza arpones del ultimo ballenero Español 

junto a algunos de sus arpones. Me encanta que este aquí 

y no en otro barco cazando ballenas.

Una de las cosas que menos me convenció de todo el Aquarium es su propia entrada, no es que me estuviera esperando aceras automáticas ni nada parecido, pero no sé, esperaba algo quizás un poco mas lucido, mas acorde con un museo de ciencias que con el de una nave industrial cercana al mar. No sabría deciros, pero por fortuna lo importante no es el exterior, sino el interior. Que en realidad es lo que nos interesa de este lugar: el interior.

Yo he escogido para venir con mis chicas el sábado de la semana de la ciencia, pero si vosotros no tenéis la suerte de que haya algún tipo de día gratis os comento que los precios son 10€ la entrada normal, 4€ menores de 14 años, mayores de 65 y titulares de un carnet Xove.

Esta es su historia. Para que veáis que no es broma la 

fecha en la que fue liquidado el ultimo ballenero español.

La casa de los peces esta distribuida en varias estancias destinadas cada una a un determinado tipo de exposiciones. Una vez que hemos atravesado los tornos de acceso nos encontramos ya en la sala Isabel Castelo; llamada así por la discreta ex soprano y filántropa nacida en Coruña, que apoya multitud de causas, así como a muchos artistas. Eso sí, siempre con discreción como bien podréis comprobar. Y es que no iba a ser Amancio el único gallego con dineros y que los utilice para ayudar a los demás.

A lo que estábamos, que me desvío tan fácilmente algunas veces… esta sala algunos la confunden con un pasillo amplio; de hecho, yo fui uno de esos algunos; así que ya que vais advertidos no dejéis de echarle un ojo. Lo primero porque lo que expone es una expo permanente de fotografías de la naturaleza de nuestra tierriña y, si estas leyendo un blog que escribe e ilustra un fotógrafo, es lógico pensar que te interesara la fotografía. Lo segundo porque muchas de estas fotografías transmiten un mensaje ecologista, si todos nos empapamos con él, quizás aun podamos salvar este mundillo en el que vivimos. Yo confió en que aun estemos a tiempo.

En la sala Maremágnum.

Algo que nos demuestra lo “bien” que tratamos al mar es la escultura del surfista de la cual os dejo una imagen. Lo mas triste es que además de este surfista hay también otra exposición en esta misma sala en la cual se han empleado materiales que se obtuvieron en limpiezas de fondos y de playas. Cuanto mas lo pienso mas oigo a Lugai y a sus hombres afilando lasFalcatas. De esta sala que, repito, es una especie de pasillo ancho pasaremos a La Sala con mayúsculas. La Sala Maremágnum.

Se trata de una sala que engloba una gran cantidad de exposiciones interactivas que tratan acerca del océano atlántico. Cada modulo de esta sala esta titulado con una pregunta de los miles que enviaron los lectores de La Voz de Galicia antes de que se inaugurase el Aquarium.

De entre todos los peces este me llamo particularmente

 la atención. Principalmente por los curioso de su aspecto.

Algo que me llamo la atención es que tienen expuesto el cañón lanza arpones del ultimo ballenero español en servicio, Me sorprendió y realmente me pareció bastante tarde el año en el que España dejo de cazar ballenas. Siempre había

Uno de los acuarios menores de la sala Maremágnum.

creído que en España se había dejado de cazar ballenas a finales del siglo XIX. Como os decía, afino el oído y oigo afilar Falcatas. Es realmente un invento terrible, y lo es más cuando descubres que la punta de estos arpones llevaba una cabeza explosiva, supongo que para poder perforar la piel de las pobres ballenas. Desde luego me pareció una putada. Afortunadamente ya solo países mucho más evolucionados que el nuestro; como es el caso de Japón, Islandia o la muy avanzada Noruega siguen cazando ballenas; eso si que es protección animal. De hecho, el caso de los noruegos es incluso insultante, porque se autoasignan una cuota de 1300 ballenas al año. Que es mas que la suma de las cuotas de Japón, Islandia y todas las tribus Inupiat, Inuit y demás pescadores tradicionales de ballenas juntas. Estos últimos en realidad cazan la ballena para su propia subsistencia; con lo que pese a que me fastidie que las cacen, en su caso puedo comprenderlo.


La verdad es que hay un sinfín de artículos expuestos. Y un sinfín de artículos expuestos significan un sinfín de cosas que ver, que fotografiar e incluso que escribiros. La verdad es que aquí yo tan solo aspiro a dejaros unas pinceladas. Dentro de la sala maremágnum; que además de exposición también tiene un pequeño anfiteatro donde puedes sentarte pero que también sirve para realizar presentaciones, conferencias y cosas de ese estilo; encontraremos cinco grandes tanques; parecen mas por el numero de cristaleras que tenemos a la vista, pero son cinco en realidad. Estos tanques representan los cinco ecosistemas que tenemos en las costas de nuestra querida Galicia. Desde el acantilado, típicamente de Galicia, hasta la plataforma continental. El anfiteatro que os comento esta justo frente a estos cinco grandes tanques y, parece puesto para que observemos con tranquilidad lo pequeños que podemos ser. O que meditéis lo que vosotros prefiráis viendo a estos animales en su hábitat fabricado. Es un efecto pecera, mezclado con ese efecto mar, te genera; al menos a mi me la genera; una calma y una paz enormes. Os recomendaría que usaseis las gradas no solo para hacer la foto. Luego ya; como siempre os digo; vosotros mismos.

El tanque de las Estrellas de Mar.

Tenemos la sala Humboldt, en la que se organizan exposiciones de todo tipo con carácter temporal. La primera que hubo estuvo dedicada al mar caribe. De esta sala poco os puedo decir; porque el día que fuimos la tenían cerrada por cambio de exposición. En las salas temporales esto suele suceder de modo rutinario y regular. En este caso creí entender cada 24 meses. Que no esta nada mal, otros lugares las cambian cada seis meses y están con una sala cerrada dos veces al año.

Muy bien, ¿Tenéis Claustrofobia? ¿Aversión a los submarinos? Si fuisteis incapaces de ver la mítica película de Kirk Douglas (El padre de Michael) 20.000 leguas de viaje submarino, será mejor que os toméis un café en la cantina mientras los demás bajamos hasta la sala Nautilus. Una de las estrellas del Aquarium vive en ella.

Gastón buscando su merienda.

Se trata de Gastón, que es un simpático tiburón toro de tres metros de longitud. Vino trasladado del Aquarium de Brest (Francia) para ser pareja de Hermosa, otro tiburón toro que ya habitaba en nuestro Aquarium. Gastón, además, al haberse criado en aguas cálidas, tiene un tamaño algo superior al tamaño habitual de su especie. Como os digo es un animal muy simpático; al menos con un cristal de por medio.

El Gabinete del capitán Nemo.

Esta sala, que está a una cierta profundidad, esta tanto ella como su acceso ambientada en la película que os he comentado. De hecho, tiene una réplica del gabinete del capitán Nemo de esta película, Que sin duda sería muy del agrado del señor Douglas. Alrededor de esta sala; que no es excesivamente grande; hay unos cinco millones de litros de agua en una inmensa piscina. En esta piscina nadan los animales mas grandes del acuario, entre ellos Gastón; quien por cierto últimamente debe de haber decidido dejar la dieta a un lado para cenarse un pargo de nueve kilos, así como quien no quiere la cosa. En menos de un minuto. Cosas que pasan, no hay que hacerles demasiado caso. En la zona central hay una colección de objetos antiguos relacionados con el mar que no deberíais dejar de ver; si no estáis tomando café arriba, claro.

Otra vista de la sala Maremágnum.

Venga, subamos al exterior que ya empiezo a tener yo también un poquito de claustrofobia. Además, aún nos queda por ver a las otras estrellas del Aquarium; aparte de Gastón y las estrellas de mar, claro.

Las focas, estrellas principales del Aquarium 

en su hora de merienda.

Ha llegado el momento más ansiado por mi hija y mi sobrino; que son los niños que hoy, junto a mi mujer y su prima me acompañan; este momento es el de ver como Altair, Gregor, Hansi, Fermín y Carmelo junto a Bine, Deneb, Lara, Paula, Petra, Vega, Antía, Sabela y Lucía reciben la merienda. Estos catorce nombres corresponden con las catorce focas que habitan en el piscinarium del Aquarium. El momento de mayor afluencia de publico al exterior es precisamente cuando se les da la comida puesto que por norma general estos animales están un poco a su bola; eso si la merienda no la perdonan. Esto es a las 17:00 horas. Después de que las focas comieran nosotros decidimos marcharnos, puesto que, en días como la semana de la ciencia o el día de los museos, en los que las palabras mágicas son “Entrada Gratis” el aforo siempre esta completo y, todos tenemos derecho a poder disfrutar de la ciencia y la cultura. Yo desde luego tengo claro que volveré, pagando mi entrada, a visitar a estos animales; y a sus protectores que me han facilitado parte de las fotografías del articulo (Ya sabéis, las que no están firmadas) para completar las mías. Puesto que, en días de gran afluencia de público, yo prefiero no arriesgar la cámara y las que si son mías están hechas con el smartphone. 

Nos vemos en el próximo paseo.

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