martes, 6 de septiembre de 2022

LA FERVENZA DEL BELELLE



Cuarenta y cinco metros de caída libre, cuarenta y cinco metros en un paraje que es digno de visitar. El rio Belelle, un rio corto; por poco supera los treinta y un kilómetros desde su nacimiento en los montes de Goente. Apenas recorre cinco municipios: As Pontes, A Capela, Cabañas, Fene y Neda. Pero en esos treinta y un kilómetros, en esos cinco municipios, esconde auténticas joyas naturales que deberías visitar al menos una vez.

Nosotros hoy nos vamos a centrar en una de todas ellas, la que hace famosillo a este regato de agua. Aquella por la cual todo aquel que ha oído hablar de este rio, ha oído hablar de él. La cascada más alta de la provincia de Coruña. Si, lo sé, ahora mismo alguno está pensando “Pero si la de Ézaro son ciento cincuenta y cinco metros y está en Coruña también”. Me explico, la Fervenza do Ézaro su mayor caída, es de cuarenta metros, aunque toda en total si pueda tener los ciento cincuenta y cinco de los que habla la gente. Como caída de un solo golpe, la del Belelle es mayor. Además, la de Ézaro puede presumir de ser la única en España, y de pocas en Europa que cae directamente sobre el mar.

Pero bueno, volvamos hasta Neda y vamos a acudir a la Fervenza que nos ha hecho escribir este artículo.

El cómo llegar, desde nuestro punto de salida habitual para estas cosas es bastante sencillo. Partiremos desde el Gadis que hay en la entrada del polígono y desde allí nos dirigiremos hacia la N-651 dirección Ferrol. Una vez que nos incorporemos a la N-651 no tardaremos demasiado en llegar a la entrada de la autopista AP-9 en dirección Ferrol. Por si eres nuevo siguiéndonos tranquilo; aquí la autopista ya no es de peaje. La seguiremos durante cuatro kilómetros hasta la salida F31 y aquí tomaremos dirección NEDA entrando en la AC-115.

Seguiremos la AC-115 hasta que se termine, y en su final cogeremos la AC-862 en dirección a Ortigueira – Ribadeo. Esta carretera la seguiremos prestando atención a nuestra derecha; no porque el paisaje sea espectacular sino porque en realidad debemos estar muy atentos a la presencia de una farmacia y un supermercado. Un poco antes de estos dos negocios hay una señal que nos indicara “Fervenza do rio Belelle”, pero aun así conviene que vayamos atentos a estos dos negocios por si nos pasáramos la señal.

Cuando pasemos la referencia del supermercado y la farmacia veremos un semáforo y después de este, veremos a la derecha un desvío, ese desvío estará señalizado como Mourela Baixa o bien como carretera DP-5503. La cogemos y la seguimos.

Pasado exactamente 2,6 kilómetros (En serio, lo dice tal cual la señal) giramos a la derecha y seguimos la señal que indica Fervenza do rio Belelle 1,5. Al menos uno de los cuales lo vamos a tener que hacer a patita. Lo cual es bastante positivo para la salud y para no perderte ningún detalle de una ruta que esta entre impresionante y que lo flipas.

De acuerdo. Llegará un momento en el que vamos a ver a nuestra derecha una edificación, abandonada pero no derruida, en la que podremos leer “Pazo de Isabel II” en su entrada. Avanzaremos un poco más y veremos un aparcamiento. En este aparcamiento deberemos dejar nuestro coche, echar pie a tierra y prepararnos para ascender el tramo que nos falta. Este tramo lo podríamos repartir en tres fases:

La fervenza del Belelle es uno de los miles de
maravillas naturales que esconde Galicia en su
interior. Se trata de un lugar de leyenda que, como
todo en Galicia, pues  tiene su leyenda.
La primera, que será desde este aparcamiento hasta el molino. Este antiguo molino que ha sido restaurado, es conocido como “O muiño de Barcia” y hoy en día alberga en su interior a la asociación micológica Viriato. Junto al molino hay también un parque micológico que, según dice la gente, da unas setas fantásticas.

La segunda, que sería desde el molino hasta la antigua central eléctrica. Como en la mayoría de los cauces de Galicia, en el del Belelle también hubo una central eléctrica. Desconocemos si aún está operativa, pero lo que si tenemos claro es que sigue ahí, presente en el rio, recordándonos que hubo un día que no teníamos que comprar energía a Francia porque teníamos centrales hidráulicas que generaban electricidad; ecológica y renovable, por cierto. Pero eso es otro tema. Este tramo que es bastante más vistoso, si eso es posible, tiene para muchos el problema de la cobertura: NO HAY. Tranquilos, no habréis venido hasta aquí para llamar al jefe por teléfono, ¿Verdad?

En esta central podéis hacer una segunda parada y realizar algunos disparos bastante creativos. Ya sea desde el puente, o acercándoos hasta la pequeña represa que hay. Cuando nosotros hicimos este camino, incluso creemos haber visto algún tipo de Salmon, o pez de ese estilo intentando remontar el rio. Desgraciadamente no pudimos captarlo así que quien sabe si solo fue producto de mi imaginación.

La tercera parte del camino hasta la Fervenza es a través de un camino forestal adaptado para todos los públicos y que nos lleva a una posición de mirador, a la altura de la caída de la cascada. Existe un segundo mirador, desde el que se puede ver la caída del agua desde un punto más elevado, pero nosotros hemos preferido hacer nuestro disparo; que es el que ilustra la portada de este articulo; desde la parte inferior de la Fervenza. Desde nuestro punto de vista, una imagen con mucha más fuerza, a la vez que belleza.

Como suele ser habitual en lugares como este de Galicia, existen un par de leyendas relacionadas con la fervenza del Belelle. Y como en cada caso que encontramos un lugar que tiene leyenda en Galicia, y además la conocemos, pues os la contamos. Así que esta vez os dejamos con la leyenda de Roxin Roxal y la dama de la cascada.

ROXIN ROXAL Y LA DAMA DE LA CASCADA

Tras ser expulsado por el señor de Andrade de sus servicios por el amor que Roxin Roxal profesaba a Teresita, la hija de Nuño Freire de Andrade “O Mao”, Roxin Roxal volvió al lugar donde naciera y del que llevaba su nombre por apellido; O Roxal (Actualmente en Neda) Sentía tan vacío nuestro amigo su corazón que todos los días se perdía en los bosques que rodeaban el cauce del rio Belelle. Pese a que la belleza de aquellos parajes no hacia que olvidara a su amada Teresita, Roxin Roxal seguía saliendo a diario y cada tarde terminaba suspirando al borde de las pozas que la caída del agua había creado bajo el salto del Belelle.

Una tarde, mientras observaba su reflejo en el agua, vio sumergida a una joven bajo el agua. Nuestro Roxin no dudo ni un solo instante en sacar a aquella mujer de debajo del agua con intención de salvar su vida. Con cierto esfuerzo, Roxin consiguió que la rescatada respirase nuevamente.

Pregúntole Roxin a aquella joven que era lo que hacia abajo el agua y cual era su nombre. Ella le contesto que respondía al nombre de Pegea, y que desde siempre había vivido cerca de aquella cascada.

A Roxin le pareció ciertamente extraño, pues era la primera vez que veía a aquella joven y además no recordaba haber visto ninguna casa o cabaña que pudiera servirle de refugio. Aun así, no le dio demasiada importancia y comenzó a hablar con ella.

Poco a poco fue pasando el tiempo y ambos jóvenes habían conversado cada tarde, Roxin le hablaba de Teresita, y de lo mucho que la amaba. Mientras tanto Pegea le escuchaba y consolaba.

Una tarde cuando Roxin visito a Pegea, ella le dijo que debía enseñarle algo. Roxin la miro extrañado cuando la joven le pidió que observase el agua de una poza determinada. A los escasos segundos de comenzar a mirar el agua, Pegea removió el fondo de la poza y el agua se enturbio, pudo entonces Roxin ver a través del agua como en Ponte do Porco el Jabalí mataba a Teresita.

Roxin le pregunto que magia era aquella, y Pegea le dijo que se trataba de la magia del agua y que lo que habían visto había sucedido al tiempo que ellos lo veían. Roxin, roto de dolor huyo de la cascada y corrió a matar al jabalí. Poco después de acabar con el Porco Bravo Roxin volvió a frecuentar la cascada donde Pegea se veía incapaz de consolarle.

Una tarde Pegea pregunto a Roxin, ¿En verdad quisieras volver a estar junto a tu Teresita? Roxin no lo dudo y respondió que por siempre jamás querría estar con Teresita; a lo que Pegea contesto: “Besa mis labios Roxin Roxal y al momento junto a tu Teresita por siempre estarás”. Tras pensarlo un segundo Roxin se acerco a Pegea para besar sus labios, y en el preciso momento que sus labios se rozaron, Pegea se convirtió en agua y Roxin cayo a la misma poza donde la viera por primera vez golpeándose la cabeza y quedando inconsciente boca abajo bajo el agua, muriendo así ahogado.

De este modo Pegea cumplió su promesa a Roxin y desde entonces el y Teresita están juntos en los cielos.


Nos vemos en el próximo paseo.

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