martes, 30 de octubre de 2018

MUGARDOS (I):LOS ORIGENES DE LA VILLA


Vista del puerto de Mugardos.
Sin duda una postal hermosa.
La gente que dice que conoce muy bien Galicia; no siendo gallega; siempre suele utilizar a Mugardos para demostrar que sabe mucho de Galicia. ¿Cómo? Pues muy fácil; explicándole a todo aquel que les rodea que el pulpo a la gallega que te sirven fuera de Galicia no es pulpo a la gallega sino a la mugardesa porque a la gallega no lleva pimentón. Que el que lleva pimentón es el pulpo a la mugardesa. Y si este tipo de personas saben que eres gallego; aunque seas gallego de Xinzo de Limia; te buscaran con la mirada para pedirte en silencio que respaldes sus afirmaciones. Yo cuando me he encontrado en este tipo de situaciones siempre he recurrido a nuestro más conocido argumento del “Pues depende” y el infalible “Quizás” y el que nunca falla “eu non son de Mugardos, pode ser”

Y es que si quieren demostrar que conocen bien Galicia; lo mejor es conocer bien Galicia y dejarse de comer pulpo fuera de Galicia presumiendo de conocer Galicia. Ven a coñecela nostra terriña carallo e deixate de tonterías co pulpo.

Mugardos es mucho mas que su paseo ante el puerto.
Bien, como íbamos diciendo, los que dicen conocer Galicia suelen saber que hay dos tipos de elaboración; a la Mugardesa y a la gallega lo cual significa que existe un lugar; incluso cuando no está en fiestas; que se llama Mugardos. Así que si no conoces Galicia; mi apreciado lector… Pues te voy a llevar a conocer más de cerca; y sin fiestas; la Real Villa de Mugardos. Y si eres uno de mis lectores que ya conoces Mugardos… Bueno, pues te voy a llevar a conocerlo un poquito más. No vamos a escribir dos artículos en el mismo que sería algo un tanto… un tanto raro.

Comencemos por el principio; Mugardos se encuentra emplazado dentro de la península de Bezoucos, no es un municipio inmenso; a decir verdad, es bastante pequeño; con una superficie de menos de trece kilómetros cuadrados. La península de Bezoucos entera tiene una superficie de cincuenta y dos kilómetros cuadrados, que se reparten entre los municipios de Ares, Cabañas, Fene y; como ya os indiqué; Mugardos.
La Ensenada de El Baño.
Es un lugar precioso visto desde aqui

Para llegar hasta este pueblecito; con imagen de pueblo marinero como pocos en Galicia; desde nuestro punto de partida habitual del polígono de Vilar de Colo es bien sencillo. Salimos en dirección Mugardos y seguimos las señales. Hoy más fácil llegar es imposible.
Es una zona que ha estado habitada desde muy antiguo; de hecho, el primer mugardes ya vivía en donde hoy está el pueblo de Mugardos en plena edad del Sílex, así que podéis imaginar que algo ha de tener esta península para que ya desde hace tanto tiempo este habitada.

Como es lógico, cuando los romanos llegaron para comerciar primero y conquistar después; o conquistar primero y romanizar después; según quien te cuente la historia será mas la una que la otra, pues claro, se establecieron en aquellos lugares que ya antiguamente habían estado habitados. Señal inequívoca de que eran habitables. 
En la distancia larga es una estampa
marinera de primera categoria

Tanto Mugardos como la ría de Ferrol en la que se encuentran están englobados dentro de lo que se conoce como “Golfo Ártabro” o Sinus Artabrorum, si le preguntáramos a algún arquitecto romano. Todo el golfo en general y, Mugardos en particular tuvieron una importantísima presencia romana, lo que explica la gran cantidad de restos de infraestructuras imperiales que existen desperdigadas por todo el municipio, particularmente en la costa.

Llegamos al siglo V de nuestra era. Es este un siglo lleno de cambios en el que todo sigue igual. El imperio Romano llega a su colapso y los Suevos, Vándalos y Alanos son “invitados” a ocupar la península ibérica gracias al empuje de los Visigodos a los que a su vez empujan los Ostrogodos y los Francos. En aquel momento todo el mundo empujaba a todo el mundo. Pero todos, o al menos la mayoría, respetaban a la iglesia de Roma; que era de facto el único resto que perduraba del Imperio. Ya fuera por no tratarse de una institución terrenal, o no estar tácitamente ligada al imperio, o que muchos de los pueblos que se empujaban entre si ya habían abrazado el cristianismo en cualquiera de sus formas primitivas; la cuestión es que, aunque el imperio se había hundido, el bacalao seguiría cortándose desde la capital Imperial. Desde este momento de colapso imperial, el poder de la iglesia no dejara de aumentar y nuestra península no sería una excepción.
Tiene parajes con vistas increibles de Ferrol.

En el siglo VII aparecerá en el “Parrochiale” el arciprestazgo de Besaucos; que será uno de los dieciséis arciprestazgos de Iría. Que quedaba delimitado, además, por los ríos Xubia, y Eume. Que además delimitaban la península del mismo nombre; originario de este del antiguo Bisaquis, que significa “entre dos aguas”.

El Puerto de Mugardos ya existia en el año 1067
Es en estos tiempos en los que las familias aristocráticas, que ya ostentaban buena parte del poder en la época del imperio, y que disponían con una importante cantidad de miembros distribuidos estratégicamente dentro de los poderes tanto laico como eclesiástico, (No olvidemos que los Trastámara descendían  de los Señores de Traba; que gobernaban en el siglo VII estos territorios) conseguirán tener la práctica totalidad del patrimonio territorial, y al campesinado no les quedara más opción que la de encomendarse a un señor que les proteja y defienda en aquellos tiempos convulsos y revueltos en los que el deporte más común entre una parte de la gente era cortar cabezas de gente, ya fuera por no hablar el mismo idioma, por estar encima del territorio que querían otros, por tener la religión equivocada o simplemente porque había que hacer deporte. Bienvenidos a la alta edad media y al sistema feudal. Muy democrático sistema en el que, el señor conde vota y los vasallos son felices porque así lo ha ordenado el conde. Podemos sustituir al conde por el prior o abad e incluso por el marqués. Dara un poco lo mismo al fin y al cabo en toda la Europa feudal. En nuestro caso concreto; principalmente serán el señor Conde de Andrade y algunos priores o abades quienes voten.
La noche en el puerto de Mugardos


Pero volvamos a lo nuestro; Mugardos. Será en el año 1067, concretamente tal día como un 28 de diciembre que dos mugardeses le venderán al abad Tedón, de San Juan de Caaveiro, unas propiedades cercanas al puerto de Mugardos. Esto figura en los legajos de Caaveiro, así que con esta documentación en la mano podemos asegurar dos cosas: la primera, que en aquella época ya existía Mugardos, y la segunda; que Mugardos ya tenía un puerto.

Avanzan los tiempos y el Rey tiene el poder. Bueno el Rey en teoría tiene el poder. Son tiempos de debilidad del poder real, que serán bien aprovechados por los “caballeros” y nobles para apoderarse de las encomiendas de los monasterios, que pasado el tiempo intentarán legalizar. Cosillas como estas serán las que lleven al campesinado, a algunos abades honrados y a algunos nobles venidos a menos a montar un cristo de cuidado allá por 1431 cuando nuestro amigo Roí se pusiera al frente de los Irmandiños.
El puerto de Mugardos visto desde el propio puerto.

En el caso de las tierras de Mugardos el señor que se haría con las posesiones de las encomiendas sería el señor de Andrade. Los campesinos protestaban ante el Rey y, el Rey emitía cedulas ordenando la devolución de los territorios usurpados. El conde; Fernán Pérez de Andrade “O Boo” (Ya os dije que no era tan “Boo”); usaba como yesca para encender el fuego estas cedulas y todos tan felices. Al fin y al cabo, así lo ordenaba el señor conde y, no olvidemos que en aquella época el voto que más contaba, era precisamente el del señor conde. El voto del Rey, como ya hemos dicho, no servía para gran cosa, puesto que estamos en una época de gran debilidad del poder del Rey, quien, aunque emitiese las cedulas ordenando a los nobles ser niños buenos y no comerse solos la caja de galletas; carecía del poder real y efectivo para hacer cumplir sus designios, caprichos o sus órdenes en general por muy justas que estas fueran.


En el caso de Mugardos terminarían por tener algo de suerte, puesto que en un momento de querer ganarse el sobrenombre de “O Boo” Fernán Pérez de Andrade terminaría por donar al monasterio de Santa Catalina de Montefaro, la villa, así como sus impuestos, serventías, cotos, jurisdicciones y señoríos. Lo cual supuso que hasta el año de 1805; año en el que el pueblo de Mugardos ganaría el pleito para librarse del vasallaje al Monasterio; era el monasterio quien designaba al alcalde y al Juez de Mugardos. Aunque siempre era mejor que ser parte de los vasallos del nuestro buen amigo Nuño de Andrade “O Mao”; al menos creo yo.

Pero tanto el pleito, como el por qué Mugardos es Real Villa, y otras curiosidades que tenemos en este pequeño concello pulpeiro, son otra historia que veremos dentro de algunas semanas.


Nos vemos en el próximo paseo.

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El sol se pone asi muchos dias en Mugardos.


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