Vista del puerto de Mugardos. Sin duda una postal hermosa. |
Y es que si quieren demostrar que conocen bien Galicia; lo
mejor es conocer bien Galicia y dejarse de comer pulpo fuera de Galicia
presumiendo de conocer Galicia. Ven a coñecela nostra terriña carallo e deixate
de tonterías co pulpo.
Mugardos es mucho mas que su paseo ante el puerto. |
Comencemos por el principio; Mugardos se encuentra emplazado
dentro de la península de Bezoucos, no es un municipio inmenso; a decir verdad,
es bastante pequeño; con una superficie de menos de trece kilómetros cuadrados.
La península de Bezoucos entera tiene una superficie de cincuenta y dos
kilómetros cuadrados, que se reparten entre los municipios de Ares, Cabañas,
Fene y; como ya os indiqué; Mugardos.
Para llegar hasta este pueblecito; con imagen de pueblo
marinero como pocos en Galicia; desde nuestro punto de partida habitual del
polígono de Vilar de Colo es bien sencillo. Salimos en dirección Mugardos y
seguimos las señales. Hoy más fácil llegar es imposible.
Es una zona que ha estado habitada desde muy antiguo; de hecho,
el primer mugardes ya vivía en donde hoy está el pueblo de Mugardos en plena
edad del Sílex, así que podéis imaginar que algo ha de tener esta península
para que ya desde hace tanto tiempo este habitada.
Como es lógico, cuando los romanos llegaron para comerciar
primero y conquistar después; o conquistar primero y romanizar después; según
quien te cuente la historia será mas la una que la otra, pues claro, se
establecieron en aquellos lugares que ya antiguamente habían estado habitados.
Señal inequívoca de que eran habitables.
Tanto Mugardos como la ría de Ferrol en
la que se encuentran están englobados dentro de lo que se conoce como “Golfo Ártabro”
o Sinus Artabrorum, si le preguntáramos a algún arquitecto romano. Todo el
golfo en general y, Mugardos en particular tuvieron una importantísima
presencia romana, lo que explica la gran cantidad de restos de infraestructuras
imperiales que existen desperdigadas por todo el municipio, particularmente en
la costa.
Llegamos al siglo V de nuestra era. Es este un siglo lleno
de cambios en el que todo sigue igual. El imperio Romano llega a su colapso y
los Suevos, Vándalos y Alanos son “invitados” a ocupar la península ibérica
gracias al empuje de los Visigodos a los que a su vez empujan los Ostrogodos y
los Francos. En aquel momento todo el mundo empujaba a todo el mundo. Pero
todos, o al menos la mayoría, respetaban a la iglesia de Roma; que era de facto
el único resto que perduraba del Imperio. Ya fuera por no tratarse de una institución
terrenal, o no estar tácitamente ligada al imperio, o que muchos de los pueblos
que se empujaban entre si ya habían abrazado el cristianismo en cualquiera de
sus formas primitivas; la cuestión es que, aunque el imperio se había hundido,
el bacalao seguiría cortándose desde la capital Imperial. Desde este momento de colapso imperial, el poder de la
iglesia no dejara de aumentar y nuestra península no sería una excepción.
En el siglo VII aparecerá en el “Parrochiale” el
arciprestazgo de Besaucos; que será uno de los dieciséis arciprestazgos de Iría.
Que quedaba delimitado, además, por los ríos Xubia, y Eume. Que además
delimitaban la península del mismo nombre; originario de este del antiguo
Bisaquis, que significa “entre dos aguas”.
El Puerto de Mugardos ya existia en el año 1067 |
La noche en el puerto de Mugardos |
Pero volvamos a lo nuestro; Mugardos. Será en el año 1067,
concretamente tal día como un 28 de diciembre que dos mugardeses le venderán al
abad Tedón, de San Juan de Caaveiro, unas propiedades cercanas al puerto de
Mugardos. Esto figura en los legajos de Caaveiro, así que con esta
documentación en la mano podemos asegurar dos cosas: la primera, que en aquella
época ya existía Mugardos, y la segunda; que Mugardos ya tenía un puerto.
Avanzan los tiempos y el Rey tiene el poder. Bueno el Rey en
teoría tiene el poder. Son tiempos de debilidad del poder real, que serán bien
aprovechados por los “caballeros” y nobles para apoderarse de las encomiendas
de los monasterios, que pasado el tiempo intentarán legalizar. Cosillas como
estas serán las que lleven al campesinado, a algunos abades honrados y a
algunos nobles venidos a menos a montar un cristo de cuidado allá por 1431 cuando
nuestro amigo Roí se pusiera al frente de los Irmandiños.
El puerto de Mugardos visto desde el propio puerto. |
En el caso de las tierras de Mugardos el señor que se haría
con las posesiones de las encomiendas sería el señor de Andrade. Los campesinos
protestaban ante el Rey y, el Rey emitía cedulas ordenando la devolución de los
territorios usurpados. El conde; Fernán Pérez de Andrade “O Boo” (Ya os dije
que no era tan “Boo”); usaba como yesca para encender el fuego estas cedulas y
todos tan felices. Al fin y al cabo, así lo ordenaba el señor conde y, no
olvidemos que en aquella época el voto que más contaba, era precisamente el del
señor conde. El voto del Rey, como ya hemos dicho, no servía para gran cosa,
puesto que estamos en una época de gran debilidad del poder del Rey, quien,
aunque emitiese las cedulas ordenando a los nobles ser niños buenos y no
comerse solos la caja de galletas; carecía del poder real y efectivo para hacer
cumplir sus designios, caprichos o sus órdenes en general por muy justas que
estas fueran.
En el caso de Mugardos terminarían por tener algo de suerte,
puesto que en un momento de querer ganarse el sobrenombre de “O Boo” Fernán Pérez
de Andrade terminaría por donar al monasterio de Santa Catalina de Montefaro,
la villa, así como sus impuestos, serventías, cotos, jurisdicciones y señoríos.
Lo cual supuso que hasta el año de 1805; año en el que el pueblo de Mugardos
ganaría el pleito para librarse del vasallaje al Monasterio; era el monasterio
quien designaba al alcalde y al Juez de Mugardos. Aunque siempre era mejor que
ser parte de los vasallos del nuestro buen amigo Nuño de Andrade “O Mao”; al
menos creo yo.
Pero tanto el pleito, como el por qué Mugardos es Real Villa, y otras curiosidades que tenemos en este pequeño concello pulpeiro, son otra historia que veremos dentro de algunas semanas.
Nos vemos en el próximo paseo.
Y si quieres ver mi página web es esta.
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