martes, 6 de noviembre de 2018

SAM HAIN: LA FIESTA QUE EXPORTAMOS HASTA AMERICA



Halloween nos parece una fiesta importada desde los Estados Unidos, una fiesta hostil a nuestras tradiciones que han traído aquí hasta nuestras tierras con el único objetivo de tener una nueva y mejor trabajada excusa para de esta manera poder vendernos más cosas El Corte Ingles, y mas gominolas Mercadona y Gadis.
Sombrero de Bruja y asadora de castañas.

Pero en realidad, mas que una fiesta importada desde los Estados Unidos; los gallegos bien podríamos decir que se trata de una fiesta rescatada desde los Estados Unidos porque no hay nada mas celta; y los gallegos somos un poco celtas; Bueno más bien un mucho en realidad; que la celebración del Sam Hain. Y si tenemos en cuenta que Halloween es bastante parecido al Sam Hain de los celtas…  entonces… ¿Quién exporto la fiesta a quién? ¡Eh! ¿Quién, señores de las Yankeelandias?

Bueno no vamos a meternos mas con los pobres estadounidenses; que ya tienen bastante con que les odie todo el mundo, con despreciar su herencia española, y admirar su herencia inglesa y francesa. Afortunadamente, principalmente en el sur y en el oeste de los Estados Unidos están recuperando su memoria acerca de su herencia española. Pero bueno; como lo más cercano de esta parte de Estados Unidos nos queda allá por la Florida, territorio al que algún gallego emigraría sin duda; pero en todo caso fuera queda de Galicia pues vamos a volver al Sam Hain y su historia.
Las calabazas son una de las estrellas del Sam Hain.

El Sam Hain era sin duda alguna la festividad más importante de la cultura celta. Era la celebración del final de la temporada de las cosechas y; según la mayoría de aburridos eruditos expertos en la cultura celta; venia a ser el año nuevo de los celtas. A partir de la celebración del Sam Hain comenzaba la “estación oscura”; lo que nosotros los gallegos llamamos invierno vaya; y podríamos decir que es una fiesta de transición. Puesto que se podría transitar tanto de un año a otro como; a través de alguna clase de ritos que sin duda se podrían celebrar en Pena Molexa; de un mundo a otro. A nivel etimológico tendremos decir que el nombre de Sam Hain es gaélico antiguo y que significa “Fin del Verano”
Castañas y un murciélago hecho con una huevera.

Acerca de la religión Druida no es que tengamos demasiados datos aportados por los Druidas, los celtas o los castrexos, pues; como ya habíamos comentado al acudir al Oenach de nuestros amigos de Sedes; los castrexos en particular y los celtas en general; tenían la muy mala costumbre de transmitir su cultura mediante el sistema oral y lo que escribían no es que lo hicieran sobre materiales muy… digamos que resistentes. Esto no ha permitido que a nuestros días lleguen datos absolutamente fiables acerca de los castrexos, escritos por ellos. Pero por fortuna entre los arqueólogos, los etnógrafos, los antropólogos y la documentación que si produjeron acerca de las costumbres castrexas los Romanos; que si tenían esa manía de apuntar las cosas; podemos hacernos una idea bastante clara de cómo funcionaba esta tradición.

Las festividades del fin de la cosecha; es decir el Sam Hain; se celebraba a la mitad entre el equinoccio de otoño y el solsticio de invierno. Esto vendría a caer más o menos entre los días 5 y 7 de noviembre. Como ya habíamos visto al visitar el Oenach de nuestros amigos de Sedes, los castrexos no hacían una fiesta pequeña, en el caso del Sam Hain bien podía durar una semana de celebraciones y que terminarían con la llamada “fiesta de los espíritus” con la cual comenzaría el nuevo año entre los celtas. Era esta “Fiesta de los espíritus” una suerte de Nochevieja como la que celebramos nosotros, pero en los tiempos de los castrexos, sin comerse las uvas, sin salir de discotecas y con una duración de dos a tres días.

En la Pena Molexa sin duda había muchísima actividad
durante la celebración del Sam Hain.
Para los castrexos, que no tenían en su cultura el concepto “Cielo-Tierra”; este concepto llegaría con el cristianismo; sino que en su cultura y sus creencias hablaban mas bien de un lugar al que los espíritus partían al abandonar el cuerpo del difunto y, en el que no faltaba el alimento, no existía el dolor y todo era paz y felicidad; la idea de todas las religiones vamos; solo que, en el caso de los castrexos, como en casi todas las tradiciones antiguas, este lugar idílico se encontraba en alguna parte sobre la faz de la tierra. A este idílico lugar le dedicaremos algún día un articulo completo.

Bueno, el asunto es que los druidas en esta fiesta realizaban una serie de rituales con los que, una vez correctamente ejecutados, servían como médiums para comunicar a los vivos con sus antepasados en espera de ser guiados en esta vida, y de esta vida hacia la inmortal en el camino a este lugar idílico que hemos comentado. Además, los espíritus de sus antepasados aprovechaban este nexo generado por los druidas para, ya que estaban de regreso en el mundo de los vivos, acercarse a visitar a la familia y sus antiguos hogares. Que una vez al año tampoco es mucho que digamos.

Los muertos podrían durante el Sam Hain 
acercarse hasta sus familiares vivos.
Veamos como repartían el año los pueblos celtas para entender mejor el Sam Hain. Como ya habíamos comentado anteriormente, el escrito más largo que se conserva creado por los habitantes prerromanos de la península es precisamente un calendario. Así que dé como repartían el año los celtas; y por ende los castrexos; podemos hablar con pruebas de primera mano.

El calendario celta se dividía en dos partes; la mitad oscura y la mitad clara. El año celta comenzaba en la mitad oscura, que comenzaba en el mes de Samonios. O lo que es lo mismo; en la luna de octubre-noviembre. dado que el calendario celta, era un calendario lunar y que todos los meses comenzaban coincidiendo con la luna llena, podemos hacernos a la idea de que en este caso los castrexos en particular; y los celtas en general celebraban un año nuevo de tres días. La luna llena más cercana a la mitad entre el equinoccio de otoño y el solsticio de invierno era la que marcaba el cambio de año.

En el caso del cambio de la mitad oscura a la mitad clara, en la que, por supuesto también se llevaban a cabo celebraciones, esta se realizaba en el mes de giamonos; es decir la luna de abril-mayo entre el equinoccio de primavera y el solsticio de verano. Este calendario, cualquiera que se dedique a la agricultura podrá deciros que es ideal para controlar los ciclos agrícolas. Debido a que fue diseñado específicamente para ello, podemos deducir sabiamente que para los castrexos y los celtas, la posición del sol no era demasiado importante o, directamente no les importaba en absoluto.
Los Druidas tenían la misión de ejercer como médiums

Según la mitología celta, en el cambio de año las hadas; que según la tradición celta no tienen mucho que ver con el hada Campanilla de Disney; podían tomar maridos mortales y sus grutas se abrían para que cualquier mortal, lo suficientemente atrevido y valiente pudiera cotillear en el interior de estas y admirar sus palacios llenos de tesoros. El problema es que seguramente muy pocos o ninguno se atrevían a entrar voluntariamente en el territorio de las hadas puesto que sentían por las hadas un gran respeto; (o un terror que lo flipas, escoge la que prefieras) puesto que como ya dije antes las hadas celtas no son tan simpáticas como el hada madrina de Cenicienta o el hada Campanilla de Peter Pan. A decir verdad, las hadas celtas son un pelín más… podríamos decir que cabronas que las hadas de Disney o las que te han contado en cualquier libro para niños. Durante el Sam Hain los difuntos podían caminar libremente entre los vivos, como ya dijimos antes, con lo cual la gente tenía la oportunidad de reunirse con sus antepasados muertos. Eso sí; aunque se tratara de sus antepasados, los castrexos preferían recibirles fuera de las casas; para evitar que pudieran entrar en las casas los malos espíritus (Con la familia ya se sabe) así pues dejaban la comida en el exterior de la casa. Es de esta parte de la tradición de donde derivará aquella costumbre tan yankee del “Truco o trato”. 
La calabaza sustituyo al nabo en Irlanda en la 
elaboración de las lamparas para iluminar el Sam Hain

Muy bien; cuando los romanos deciden que en vez de comerciar van a conquistar y a esparcir su cultura por nuestra tierra; traen con ellos sus dioses, sus creencias y por supuesto sus festivales y fiestas. Festivales y fiestas que son rápidamente adaptados y mezclados con los ya existentes entre la población nativa o local; es decir, los castrexos supervivientes. Porque claro, algo por lo que no nos caracterizamos en esta península es por aquello de no absorber las fiestas de otros para incorporarlas a nuestros calendarios de festividades. Jamás ha sucedido en estos lares algo parecido.

Bueno, lo cierto es que durante el Sam Hain, luego reconvertido a festival de Pomona; le cambiaron el nombre y añadieron algo más de fiesta, pero por el resto seguía siendo el año nuevo y tal; se llevaban a cabo varias costumbres con motivo de estas festividades. Una de las típicas costumbres que tenían los castrexos y los celtas en general pues era fabricar lamparitas vaciando nabos. Estas lamparas se utilizaban para que los antepasados pudieran guiarse hasta las casas de sus familiares vivos; y además tenían el poder de impedir el paso al interior de las casas; por lo cual se colocaban en la entrada de las mismas junto a la comida.
Las castañas también eran importantes en el Sam Hain

Con el paso de los tiempos y al llegar el cristianismo el festival de Pomona se convirtió en el día de todos los santos y las costumbres y tradiciones celtas fueron calificadas como heréticas. Así que a la que se eliminaba la herejía destruyendo un montón de monumentos y templos celtas y castrexos plantándoles ermitas, iglesias, cruceiros y otros tipos de arte cristianos encima. Pena que no los pusieran al lado; porque así tendríamos muchísimo más arte y cultura del que ya tenemos; que es bastante.

Los celtas irlandeses, debido principalmente a que tenían más calabazas que nabos, pues lo que vaciaban habitualmente eran calabazas, y con las pulpas de estas calabazas era con lo que elaboraban gran cantidad de las recetas y dulces para la celebración del Sam Hain. Os va sonando la cosa, ¿verdad? Desde Irlanda, esta tradición del Sam Hain (Oculta bajo el nombre de todos los santos por qué; la inquisición española tendrá la fama; pero las inquisiciones del resto de Europa son las que llevan casi toda la lana) llego a las colonias británicas en américa y luego con la independencia de los Estados Unidos pues se extendió por toda Norteamérica y luego pues volvió a venir hasta Galicia.

Así que cuando os encontréis a Donald Trump presumiendo de Halloween; o a cualquier yankee haciéndolo que será sin duda más fácil; ya sabéis que podéis decirle que su superchupimegafiesta tradicional de los Estados Unidos; es en realidad nuestra superchupimegafiesta y que a ellos se la hemos prestado.
Los cultos Neopaganos, como la Wicca continúan 
celebrando el Sam Hain de forma similar al antiguo.

Por cierto, que aun hoy en la actualidad, el Sam Hain continúa celebrándose por muchos de los seguidores de movimientos religiosos neopaganos, como la Wicca. Que, aunque son movimientos religiosos de tradición celtica; no tienen nada que ver con el movimiento religioso Thule; también de tipo céltico, pero mezclado con tradiciones tibetanas y más bien orientado hacia la superioridad de la raza Aria. 





Nos vemos en el próximo paseo.

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