miércoles, 19 de diciembre de 2018

UN PASEO NAVIDEÑO


Papa Noel llega a Narón escoltado por motoristas de os Fojeteiros de Narón quienes tienen el honor de proporcionarle infraestructura en Ferrolterra para poder atender a todos los niños y entregar en tiempo todos los regalos. 
AVISO DEL AUTOR: Si tus niños creen en la magia NO DEBERIAN LEER la primera parte de este articulo. Si puedes y quieres leerles algo, mejor que sea solo la parte correspondiente a la leyenda y que la magia exista un año mas.


Juro que el artículo que tenía en mente era muy distinto. El problema con el artículo que originariamente tenía en mente, comienza cuando durante la investigación que realizo siempre y la búsqueda de datos, fuentes y demás; no solo a través de internet, que es la parte fácil, sino a través de libros y bibliotecas, descubro una extraña falta de datos. Para que os podáis hacer una idea del problema os diré que existen mas documentos a favor de la existencia de Lugai, el Rey de los Castrexos, que en relación al personaje del que quería haber escrito este artículo. Y este articulo lleva cocinándose desde mediados de octubre. 
Es decir que en más tiempo de investigación he encontrado menos datos acerca de este supuesto personaje tradicional que de un personaje al que casi nadie conocía en Galicia. Vale que el nombre a Lugai se lo he asignado yo, puesto que en ninguno de los libros o fuentes que yo he consultado le dan nombre al ultimo caudillo castrexo enfrentado a las tropas Romanas; pero hay datos acerca de un ultimo caudillo castrexo enfrentado a las tropas Romanas.
Afortunadamente con el paso de los tiempos a Papa Noel 
le ha dado por dejar a los renos en paz y se ha hecho con 
los servicios de una moto trineo mágica y también 
con los de un elfo motorista.

En cambio, en el caso del personaje al que hoy debería estar dedicado este articulo; y que si bien vamos a hablar de él; no será precisamente la estrella principal del articulo; los datos fiables mas lejanos me llevan al año 2006.
Amigos, he de deciros algo importante: El Apalpador, no existe.

No es que quiera fastidiaros la navidad ni mucho menos, es que el apalpador no existe. Si te estas preguntando “¿Y quien cuernos es el apalpador?” no te preocupes, porque en la fase de confirmación de lo que os acabo de decir, muchísima gente se ha encontrado con que se hacia la misma pregunta, o si yo les preguntaba por él, me daban esa pregunta por respuesta. Ya sabemos que somos gallegos, si puedo contestar con una pregunta mejor que con una respuesta.

Se supone, y ya digo que se supone, que O Apalpador o también conocido como Palpa-Barrigas es un tío de como metro noventa por metro noventa; leñador del Courel profundo; allá por el Ourense profundo; que las nochebuenas se cuela en las habitaciones de los niños, y les palpa la barriga para ver si están bien alimentados. Luego les deja castañas; algo tradicional Celta, correcto; y algún regalo si han sido buenos. Si los niños no han sido buenos todo el año siempre le pueden sobornar mediante dulces, que le gustan mucho, para así obtener su regalo.
Aunque ya no es absolutamente necesario dejar comida 
y agua para los renos, no debemos olvidarnos de dejarle 
leche caliente con galletas a Papa Noel, que le espera
 una dura noche de trabajo. Por si acaso podéis dejar
 alguna zanahoria, si lleva a sus renos, estos son ocho
En resumen, es un Papa Noel versión leñador fornido bonachón, que en algún momento alguien hacia el 2005 se inventó con algún motivo. ¿Porque digo que se inventó? Pues porque hasta preguntando a los ancianos, nadie recuerda que el apalpador visitase sus casas en navidad. Recuerdan a los reyes magos, recuerdan a Papa Noel, (Si señor, y en los años 50 y 60, dictadura a tope, recuerdan algunos a Papa Noel), he encontrado gente que recuerda que, gracias a algún pariente emigrado a Italia, le había ido a visitar La Beffana, pero del apalpador… Al leñador bonachón, no lo recuerda ni el leñador bonachón.

Que claro, es que es una tradición ancestral, y que casi había caído en el olvido. Pues si no la recuerda ni siquiera la gente de la zona del Courel, lugar del que se supone que es originaria su leyenda. ¿Como no va a caer en el olvido? Cae en el olvido porque nadie la conocía, porque alguien se la ha inventado. ¿Con que objeto? Pues sinceramente se me ocurren muchas opciones de motivos por los que inventarnos un sucedáneo de Papa Noel en estas épocas de “tolerancia religiosa” en las que hay que destruir sin demasiados miramientos todo lo que pueda tener cierto aroma a católico y español. Y es por esto que no se si reírme o llorar por la escasa cultura que demuestra el creador de este simpático leñador (El personaje culpa no tiene de que le crearan) porque claro; si lo que pretendía es eliminar a Papa Noel por católico y español… Papa Noel no es ni ha sido nunca católico ni español.
En cada pueblo los Reyes Magos escogen un modo
 diferente de llegar hasta los niños. En el caso de 
Pontedeume lo mas habitual es que lleguen en tren. 
La Cabalgata discurre en este caso desde la 
estación hasta la Plaza Real del pueblo.
Santa Claus, San Nicolas, Papa Noel, Kriss Kringle, el gordito cabrón torturador de renos… de tener parte religiosa la tiene en la iglesia ortodoxa primero y en las reformistas después. Católicos son los reyes magos. Y en cuanto a español, bueno podríamos escogerle varias nacionalidades al personaje: sueca, Noruega, finlandesa que es la mas aceptada e incluso si quieres rusa. Pero español… ¡por favor!; si aquí Papa Noel vino ya importado. Empezó a aparecer en las ciudades donde la US Navy o la USAF tenían base o utilizaban la base como puerto de fonda. Aquí en Galicia, Ferrol. Así que de español Papa Noel nada. Los españoles son los reyes magos.

Resumiendo, y mira que he buscado datos que desdijeran esto que digo, pero no los he conseguido encontrar, el apalpador no existe. 

Y si me paro a pensarlo, casi mejor porque… un leñador de casi dos metros cuadrados, que se cuele en mi casa para palparle la barriga a mi hija para ver si esta bien alimentada o no. Pues como que me hace pensar en si recibirle igual con la escopeta cargada, no sé yo a vosotros que os parece. Pero las dos opciones que se me ocurren a mi… buenas no son. Que insisto, la culpa no es del personaje, es de quien se lo ha inventado. Yo que se, por falta de imaginación, una desviación psicótica o cualquier otra razón podría tener para crear un personaje que así según te lo cuentan es, o bien un pedófilo o un caníbal come niños.
Uno de los reyes magos durante la cabalgata de Reyes 
del día 5 de enero, víspera del día de Reyes. En Pontedeume.
Pudiendo haber creado un personaje mas simpático o mas no sé; en estos tiempos de cogérnosla con papel de fumar la idea del gigante que se infiltra en las habitaciones de los niños para tocarles la barriga no es la mejor de todas, por mas que vaya dejando castañas por ahí.

Si yo hubiera creado el personaje, le habría dejado la parte de armario ropero; a quien no impone un armario ropero de 190 centímetros por 190 centímetros y con cuerpo de rudo leñador. Pelirrojo, por su puesto, por aquello de que a muchos niños el color que les llama la atención es el naranja, que para comprobar si los niños han sido buenos les hace girar cogiéndoles las manos por debajo de las piernas tres veces, por ejemplo. Algo divertido para los niños y que puede hacerse en cualquier centro comercial. Si vas a enfrentarte al Bonachón de rojo, tendrás que ir a su terreno, digo yo, y si cuentas con que suelen ser las mamas las que llevan a los niños a ver a Santa Claus o al leñador (Al no apalpar, ya no podría ser o apalpador, así que tengo que idearle un nombre… bueno “O leñador” tampoco está mal) pues veamos entre el gordito bonachón o el fornido leñador pelirrojo; ¿Tu a cuál prefieres, mama?... Pues eso, que nuestro leñador recién inventado arrasaría a Papa Noel por goleada. Simplemente por ser… Un personaje de ancestral tradición y muy típico de aquí. A ver ¡eh! Que no quiero volver a decirlo, lo de voltear tres veces es a los niños, no a las madres.
Es muy importante que se envíen a tiempo las cartas, 
tanto a los Reyes como a Papa Noel.

Os dejaría con la leyenda de “O apalpador”; pero como ya hemos llegado a la conclusión de que era un invento, os dejare con el relato de “O Leñador” personaje que he creado yo y que quizás mañana sea el personaje tradicional gallego por excelencia. Yo, por lo menos, no intento colocaros el hecho de que el personaje es ancestral y milenario.

Feliz Navidad y próspero año nuevo.






LEYENDA DE O LEÑADOR 
(NO ES UNA LEYENDA)

En la sierra de los ancares siempre hubo pueblos y aldeas que en el invierno quedaban cercados por las nieves en las fechas navideñas. En estos pueblos y aldeas como es lógico había niños. El que estos lugares quedaran incomunicados imposibilitaba sobremanera que Papa Noel o los Reyes Magos pudieran llegar hasta los niños que en aquellos lugares habitaban, así que, tras mucho meditar, estos cuatro seres mágicos decidieron buscar alguien que les ayudase en aquellas complicadas tierras.
Artaban, el cuarto rey mago. Es en realidad un personaje 
del cuento de navidad "El cuarto Rey Mago" del escritor 
y teólogo Presbiteriano Henry Van Dyke y data de 1896.
Habitaba aquellas tierras un joven fornido que siempre a todos ayudaba y que nunca dudaba en arriesgarse para ayudar. De profesión leñador, nunca dejo a ninguno de sus vecinos quedarse sin leña, aunque no tuvieran dineros con los que pagarle antes de que llegara la primavera. Los niños de las aldeas siempre corrían junto a el al verle llegar, puesto que solía llevar pequeñas figuritas talladas en madera en los bolsillos que regalaba siempre a los pequeños. Era una persona muy apreciada por todos en verdad.

Una tarde de nochebuena, mientras volvía silbando hasta su casa acompañado por su perro, escucho a lo lejos las voces de una madre desesperada y de sus tres hijos. Corrió hacia el origen de los gritos seguido por su perro hasta el lugar del que provenían las voces y en aquel lugar encontró que las nieves de la montaña se habían derrumbado. Arrastrando con ellas al otro lado del desfiladero a tres chiquillos y amenazando con hundirse toda la lengua de nieve hasta el fondo del cañón. Nuestro joven corrió hasta donde la madre lloraba y la tranquilizo diciéndole, “No te preocupes, quédate aquí y yo te los lanzare desde allí”. Y sin pensárselo demasiado comenzó a arrastrarse junto con su perro hasta el lugar donde estaban los tres niños. Ahora que el peso de la nieve amenazaba con llevarse al fondo del precipicio al Leñador, a su perro y a los niños el joven les dijo: Acercarme las manos con mucho cuidado. Los niños así lo hicieron y a medida que el leñador los conseguía coger por las muñecas con un seco movimiento los extraía de la nieve y los lanzaba hacia la nieve que había junto a su madre, en la que amortiguaban el golpe. Una vez que el ultimo niño estuvo a salvo, la nieve; mas suelta ahora al no estar los niños ocupando su hueco; se hundió. Llevándose con ella al fondo del barranco a nuestro joven y a su perro.

Cuando el leñador abrió los ojos se encontró frente a el a un hombre negro alto como el, con marcas en el rostro que le sonreía y le llamaba por su nombre. Estaba en una estancia cálida y un poco más atrás su perro jugaba con un enorme camello. Aquel hombre de negra piel se presento como Baltasar, y le confirmo sus peores sospechas. En la caída, habían muerto tanto el como su perro. Luego le explico que, habiendo muerto salvando a otros y que, gracias a su bondad, tanto el y sus socios, Los magos de Oriente, así como su principal competidor, Santa Claus habían decidido ofrecerle la posibilidad de que en tierras de complicado acceso el realizara la labor que ellos tenían encomendada para llevar en navidad o reyes, según el mejor prefiriese, los regalos a los niños que ellos no tenían fácil la manera de hacerles llegar sus regalos. Al fin y al cabo, él era joven y conocedor de la montaña.
El Leñador, agradeciendo que le ofrecieran aquel encargo acepto, poniendo como única condición el que su perro pudiera acompañarle en la tarea.
Y es por eso que en las noches de nochebuena y reyes en Galicia oímos las suaves pisadas de un gran perro pastor antes de acostarnos. Es el perro de El Leñador que esta comprobando si ya pueden dejarnos los regalos.

Nos Vemos en el próximo paseo.

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Los Reyes Magos llevan consigo una gran cantidad de magia que se transmite por donde quiera que van.



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