La ermita da Virxe do Porto |
Cuando pasemos el campo de futbol del Meiras, dejaremos el primer desvío a la izquierda para coger el segundo; que nos dejara en el aparcamiento de la playa de los botes. Una vez aquí; y antes de movernos deberíais comprobar que estéis preparados tal y como os recomendé cuando hablamos de cómo preparar una salida de paisaje. Si has venido con tacones… mejor cámbiate de calzado, porque avanzaremos el ultimo trecho por un área de suelo arenoso y de monte costero. Eso sí, ya te digo que el paseo valdrá la pena.
¿Estamos dispuestos? Bien, entonces
avancemos, el camino a seguir es bien sencillo. En la playa de los Botes
tomaremos el mar como referencia, veréis de frente una caseta con los
servicios, y a la derecha una nave abandonada y una pista sin asfaltar que se
dirige a la piscifactoría Luso Hispana De Acuicultura; pues por ella nos vamos
a mover. Avanzaremos hacia la piscifactoría y la dejaremos a nuestra derecha,
avanzaremos con cuidado de no tropezarnos con la valla que según como haya sido
la semana estará mas o menos enterrada bajo la arena de la playa y seguiremos
avanzando hasta dejarla piscifactoría atrás; nuestra siguiente referencia será
el faro de punta Frouxeira. Avanzaremos siempre en dirección a el siguiendo los
caminos marcados en el suelo por el paso de personas y animales. Al ser una
zona mas bien frecuentada no nos será difícil en lo mas mínimo encontrar un
camino por el que poder avanzar.
La ermita con el faro al fondo |
Esto es lo que nos encontraremos una vez hallamos terminado de ascender los últimos metros de camino. Una pequeña ermita coronando un peñasco en medio de la costa. Si, has leído bien, en medio de la costa. Con esto quiero decir que, si tienes pensado ir hasta la ermita, es muy buena idea controlar las mareas de la zona; porque con marea alta no llegaras a ella sin mojarte. Y por mojarte me refiero a que, si te atreves, con marea alta tendrás que ir nadando. Para subir caminando hasta la ermita lo ideal es marea baja.
La sensación que da, desde luego es entre
espectacular y que lo flipas. Ver las olas repartiendo palos contra la roca;
que no es granito de Porriño, sino que es de tipo blando te hace pensar en que pensarían
los que construyeron la ermita precisamente ahí. Lo cual nos lleva hasta su
leyenda que viene a ser esta.
LEYENDA
DE LA ERMITA DE LA VIRXE DO PORTO
Cuenta la leyenda que unos pescadores regresaban
a puerto y que encontraron flotando una imagen de la Virgen del Carmen.
Siendo como eran devotos de la virgen
marinera decidieron que salvarían la imagen y la llevarían hasta el puerto. Y así
lo hicieron. Una vez llegaron al puerto hablaron con el párroco del pueblo y
este dejo la imagen en la iglesia parroquial.
Pocos días después aquellos pescadores salieron a pescar de nuevo; y con las ultimas capturas de sus redes antes de regresar de nuevo a puerto, encontraron lo que les pareció la misma imagen que habían rescatado poco tiempo atrás. Tras descartar la idea de que pudiera ser la misma imagen; puesto que esta estaba en la iglesia parroquial, custodiada por el párroco del pueblo; volvieron hasta el puerto. Llegaban al puerto con inmensa alegría, puesto que otros pueblos pagaban muchos dineros por imágenes como aquella de la que ellos habían encontrado dos. Pero al llegar al puerto allí les esperaba compungido el párroco para darles una mala noticia. La imagen había desaparecido.
Aquellos pescadores entregaron nuevamente la imagen al párroco que confirmo con ellos era sin duda la misma imagen que él había dejado en la iglesia parroquial, quien la volvió a dejar; esta vez bajo llave; en la iglesia parroquial.
Los pescadores volvieron a salir a faenar una semana después; y tras varios días echados a la mar, cuando regresaban, encontraron por tercera vez; y esta vez supieron sin lugar a dudas que era su misma imagen; a la virgen en el mar.
Otra perspectiva de la ermita |
Cuando regresaron a puerto hablaron con el párroco y este sugirió que deberían construir una ermita en algún punto que estuviese rodeado por el mar, dado que la virgen había dejado claro que quería estar en el mar.
Así fue como decidieron construir esta ermita de la Virxe do Porto en este pequeño islote; alejado de la gente, pero cercano, e incluso con marea alta rodeado por el mar
Cada 11 de julio se celebra una romería en
la que se saca en procesión a la virgen, que goza de gran devoción no solo en Valdoviño
sino en toda la comarca.