El camino que debemos seguir a pie. |
Hoy vamos a seguir paseando por las tierras de Ferrolterra, en esta tarde nublada de casi verano; casi porque ya veis como anda el patio; vamos a visitar San Sadurniño. Pero no vamos a ir a San Sadurniño mismo. Calzaos las botas de montaña que nos vamos a ver si San Vicente ha salido de parranda.
Mas o menos en el medio del valle de San Sadurniño,
se localiza el monte de San Vicente, conocido también como el Pico de Ferreira.
No rebasa los cuatrocientos metros de altura sobre nivel del mar, pero lo cierto
es que, desde lejos, visto desde su cara oeste, al menos a mi me recuerda
ciertamente al monte Everest en las intro de las películas de la Paramount
Pictures.
Llegar hasta allí es relativamente
sencillo; aparte de que esta bien indicado; no como el camino para ir a Breamo
que recordareis esta muy bien señalizado, pero tampoco es como para llegar al primer
punto de disparo del Forgoselo. Es digamos que un término intermedio; está señalizado,
pero deberéis ir prestando atención.
Como siempre para estos casos os
recomiendo que tengáis en el móvil – Navaja suiza la APP Cartografía de España
con la que podréis guiaros cómodamente; siempre y cuando sepáis interpretar un
mapa.
En todo caso os indico brevemente.
Partiremos como siempre desde el Polígono Industrial de Vilar de Colo. Desde aquí
iremos dirección Ferrol y cogeremos la autopista hasta la salida 34F, luego
continuaremos dirección polígono industrial Rio do Pozo, justo como cuando
vamos hacia Valdoviño; pero atención, al llegar a la Autopista AG-64; que es la
que pasa sobre el puente que encontrareis al pasar la base del SPEIS Narón,
entramos en ella dirección Villalba.
Edificacion abandonada al principio de la subida. |
Una vez que cojáis el desvió, misma política,
avanzar sin soltar la pista que habéis cogido. Después de lo cual llegaremos a
una curva con un lavadero y un manzano. Aparcamos del lado del lavadero donde no
molestemos y echamos pie a tierra. Desde aquí toca moverse a pie. Aunque vale
que ahora que lo veis estaréis pensando “pero si el camino es transitable, hay
marcas para rueda” lo cierto es que esas supuestas marcas para rueda, son en
realidad guías para el agua de lluvia y si no se nota que lo son es porque;
aparte de los vehículos técnicos de mantenimiento del repetidor que hay en la
cima; hay un sinfín de "listos" que dicen: “El camino es transitable, hay marcas
para rueda”. Desenfundamos la cámara y empezamos a caminar.
Abstracta obtenida en la casa abandonada. |
Sigamos avanzando, hay a nuestra
izquierda, siempre según subimos, posiciones de disparo a medida que ascendemos,
yo suelo parar a comprobar que vistas tengo desde la subida cada pocos metros. Al
principio del ascenso espaciando mas las paradas y a partir de la curva cerrada
(Sabréis cual es nada mas verla, palabra) lo hago cada pocos metros, cinco como
mucho. Una vez que hayáis llegado a la cima, llega el momento de desplegar el trípode
y buscar posiciones de disparo. No hay un ángulo mejor o peor ni una orientación mejor
que otra. Aquí domináis el valle dado que como os decía al principio, el pico
esta en el centro del valle de San Sadurniño. Poneos cómodos, abrid fuego y
hasta que dure la batería o la tarjeta. No olvidéis haceros un par de panorámicas
desde el mirador. Salen de muerte. Os dejo con la leyenda.
LA LEYENDA DE SAN VICENTE
La cama del santo. |
El Pico de Ferreira o de San Vicente es uno de los lugares mágicos del Valle de San Sadurniño. Como todo lugar mágico que se precie en Galicia, tiene su leyenda; la cual, como toda leyenda de lugar mágico gallego que se precie, está basada en lo real. En la cima del Pico, había una ermita dedicada a San Vicente que, todavía estaba en pie cuando Pedro Froilaz se la dona al monasterio de Xúbia allá por el año 1125.
Esta iglesia, como en otros muchos casos;
por ejemplo, la ermita de Breamo; fue construida sobre un antiguo lugar de
culto precristiano. De la religión de los habitantes de los “castros del Valle
de San Sadurniño” que no era otra sino la religión celta, así lo demuestran
las increíbles tradiciones celtas que se celebraban cada 25 de mayo en la cima
del Pico, poniendo velas en las roturas y hendiduras de la “cama del santo”. Gente
enferma acudía a rogar sanación al santo, incluso cuando la ermita ya había desaparecido
y de ella solo quedaba lo que se supone es un sarcófago (La conocida como “Cama
del Santo”). Según la tradición daban cinco vueltas alrededor del sarcófago humedeciendo
la parte dolorida con el agua de la piscina. La otra opción era obviamente
meterse uno dentro del sarcófago de piedra para aliviar incluso los dolores de muelas.
La gente también lleva animales o se hace un ritual para convocar al santo
pidiendo la curación.
Primer plano del cenicero. |
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