martes, 8 de mayo de 2018

PERSIGUIENDO AL TRANSCANTABRICO



Prueba el día anterior al paso del Transcantabrico.
Es uno de mis objetivos favoritos. Lo he perseguido por Narón casi como si de una pieza de caza se tratase. He estudiado su recorrido desde el punto de origen hasta el último punto dentro de Narón, y planeo perseguirle aún más lejos. A las tierras de Moeche y Ortigueira e incluso hasta Viveiro. Pero eso será más adelante.

De momento le persigo por aquí cerca, mi objetivo se llama: TRANSCANTABRICO.
Es uno de los tres trenes turísticos de lujo que circulan por España; junto al Al-Ándalus y al Expreso de la Robla; recorriendo el norte de la península desde Santiago de Compostela hasta San Sebastián – Donostia En su versión GRAN LUJO y hasta León en su versión CLÁSICO.

Como tren turístico técnicamente podríamos decir que son dos, con salidas cada quince días cada uno.  Aunque comparten el mismo recorrido hasta Bilbao. Yo no hago discriminaciones, los persigo a ambos como si de uno solo se tratase.

Disparo del sábado al paso del Transcantabrico.
Lo descubrí por casualidad, un día que fotografiaba cerca de las vías de la FEVE; suficientemente cerca para oírlo y verlo; suficientemente lejos como para no tener un disparo limpio. Así que hice lo que hago en estos casos, comprobé en el móvil la hora y el día de la semana, y programe mentalmente dos visitas al lugar en el que había visto pasar el tren. La primera para evaluar una posición de disparo; la segunda para efectuar los disparos que captarían al tren en su esplendor.

El problema es que se te ocurren varias posiciones para efectuar tus disparos, y claro, también requieres hacer disparos de pruebas a la hora de capturar bien a un objetivo que circula; en la zona de Ferrol-Narón a una velocidad de entre 60 y 80 kilómetros por hora.

Desde la misma ubicacion a Tren Pasado
Lo primero que tuve que planear es si quería captar todo el tren o solo una parte, inicialmente decidí que sería mucho mejor imagen capturarlo entero en la imagen por lo cual opte por un punto cercano a la carretera AC 112 que discurre desde Castro hasta San Sadurniño. A unos cuatrocientos metros antes de llegar al restaurante A Serra, tenemos un camino que nos lleva a un puente en desuso para vehículos. Este fue mi primer punto de disparo. Luego vendrían otros.

El día anterior al paso de este Moby Dick personal, fui hasta este puente y realice algunos disparos para elegir la posición donde montar el trípode, y el calibrado de la cámara que utilizaría.
Disparo desde la estacion de Pedroso

Disparo desde la estacion de Pedroso
Llegue a la conclusión de que para captar un objeto en movimiento debería aprovechar dos puntos de la cámara, la ráfaga y una alta velocidad de obturación. De modo que el tren pudiera salir nítidamente o lo más nítido posible. Observando la imagen de la prueba del viernes podréis comprobar que aunque es una foto chula; nítida, nítida; no lo es. La cosa tenia que ser mas rápida de disparos. Con los conocimientos que obtuve el viernes; el sábado me plante en la misma ubicación, monte el trípode, me emplace en mi puesto y obtuve esta otra imagen; ahora ya si del Transcántabrico.

Disparo desde la estacion de Pedroso
 Aquel sábado conseguí varias buenas imágenes; pero no me quede contento. Empecé a pensar en una imagen que fuera mas impresionante; que la gente que la viera dijera “Guau que impresión” Así que seguí buscando hasta que encontré un punto de disparo que daría un resultado increíble: La estación de Pedroso. Esta un poco mas adelante del restaurante A Serra, y al principio del final de un tramo de vía recta bastante importante en el que este hotel rodante alcanza sin problemas los 80 kilómetros por hora. Busque posición, no muy cerca de la vía; para evitar la absorción de vacío que producen los trenes al pasar; no muy lejos de la misma; para no tener que meter un zoom muy elevado; y a una altura ligeramente inferior al nivel de la vía; por si todos los cálculos fallaban que mi caída fuese contra el talud y no contra los railes sobre los que estaría pasando el tren.

Aquel sábado fue muy curioso la verdad principalmente porque el maquinista del tren empezó a darle a la bocina casi a media recta Como si creyese que un tío con cámara, trípode y mochila fuera a tirarse al tren para fastidiarle el día, aunque vete tu a saber si no habrá pasado antes. De aquel sábado son estas tres fotografías.

Y así sigo, persiguiendo a este tren turístico cada vez que comienza su temporada. Intentando captarle en el mejor lugar posible con el mejor fondo posible y en el mejor entorno posible. Os dejo porque tengo que prepararme para cazarle otra vez.



Nos vemos en el próximo paseo.

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