PASEANDO POR EL MOLINO DE PEDROSO

La ruta de los molinos del rio Xúbia es una ruta que más de una vez he pensado realizar a golpe de foto. Llegar al final del paseo de la ría de Ferrol y comenzar en la desembocadura del rio en la “frontera” de Narón y Neda y luego ir subiendo por la rivera del rio disparando. Según la App “Cartografía de España”; que deberías tener en tu móvil para cuando quieras ir a hacer fotos sin venir conmigo; hay un montón de molinos a lo largo del cauce del rio, y aunque la mayoría es de lo más probable que estén en un estado entre deplorable y que lo flipas de reventados y destruidos; tanto por el paso del tiempo, como por la falta de mantenimiento y uso, como por el salvajismo de esta humanidad a la que pertenecemos que es incapaz de ver diez piedras juntas sin romperlas; siempre hay alguna excepción a esta regla. Y de esta excepción en concreto voy a hablaros y a ella voy a llevaros esta vez de paseo.

El aparcamiento del Area Recreativa. Al fondo el molino

Construido entre los años 1751 y 1770 su creación se debió fundamentalmente a la fuerte demanda de pan que se producía en las poblaciones de Magdalena y Esteiro que por aquel entonces eran nuevas debido a la instalación de los reales arsenales de Esteiro en tierras que habían sido del monasterio de Pedroso. Lógicamente los arsenales trajeron habitantes a la zona, los habitantes comían pan, más habitantes juntos comen más pan, y así, Ferrol paso de ser un pueblecito de pescadores a ser un poco lo que es hoy.

Junto a él se construyeron los otros molinos que componen la ruta de los molinos que os mencione antes, pero yo, hoy voy a hablaros solo de este.

Y aquí empezamos con lo bueno; llegar hasta el área recreativa del Molino de Pedroso; lugar que rodea a nuestro objetivo y que es en realidad una parte importante del mismo. 

El molino de Pedroso.

Ya os voy a ir avisando de algo importante, y es que aquí tenemos dos tipos de fechas para venir y siempre en función de lo que andemos persiguiendo. Si queremos fotos de calma, paz, sin gente, sin niños, sin … Solo el rio Xúbia, el entorno y los animales salvajes que pueda haber alrededor del rio y del molino; deberemos venir fuera de fechas vacacionales, puesto que el área recreativa incluye un Camping y este camping incluye a su vez un local de hostelería. Resumiendo; si vamos en verano nos encontraremos con mucha gente. Si vamos en semana santa o navidad quizás encontremos gente, pero si vamos un miércoles por la mañana (Ya sabéis lo bueno de los madrugones) del mes de abril a mediados o finales encontraremos el lugar prácticamente para nosotros solos. En cualquier época debemos evitar los domingos soleados. Si por el contrario lo que queremos es justo lo contrario; es decir, gente, perros, niños, niños con perros, adultos con perros, perros con perros… Lo suyo es que hagamos justo lo contrario a lo que os comentaba antes. Ir un domingo de verano y a primeras horas de la tarde.

Facilmente podemos conseguir disparos como este.

En fin; vamos al lio. ¿Os acordáis del día que perseguimos al Transcantábrico? Pues vamos a partir desde nuestra primera referencia; el restaurante A Serra; en el que, si está abierto yo me suelo tomar un refresco antes de dirigirme hacia el área recreativa. Después de esto salimos hacia la estación de tren de Pedroso y cuando llegamos a ella giraremos hacia la derecha, ya que justo frente a la estación de tren de Pedroso; donde nos posicionamos para capturar al Transcantábrico; arranca una carretera, justo junto a la iglesia de Pedroso; de la que nos ocuparemos en otro momento; bien señalizado e indicado tanto el área recreativa como el Camping RIO XUBIA. Esta última indicación será para nosotros la más importante, puesto que el resto de indicadores nos dirigirán hacia este camping, y como os dije antes, el molino esta justo al lado. Siguiendo la carretera sin desviarnos llegara un momento en el que pasemos bajo la autopista AG-64 Ferrol – Villalva. Justo después de este puente tendremos a mano derecha otra carretera y una señal que seguiremos. Esta señal dice camping RIO XUBIA.

El molino reflejado en el canal que lo hace funcionar

Vamos a seguir esta señal y a unos trescientos metros de este primer cruce encontraremos a la izquierda otra carretera; mucho mas estrecha que la anterior; y otra señal, que nos dirigirá al área recreativa y su camping. No es nunca mala idea haber venido con calzado cómodo y de “faena” o haberte informado del caudal que llevara el rio, puesto que hay veces; sobre todo en el invierno que el cauce baja bastante subido, y no queremos llegar al aparcamiento y encontrarnos que el calzado que llevamos no nos permite descender por ser un poco más de calle o de coctel.

Una vez en el aparcamiento del área recreativa, yo tengo por costumbre sacar la cámara de la mochila y avanzar mientras disparo. Es mi costumbre, no tenéis porque imitarme, pero si me imitáis siempre puede aparecer algún disparo de fortuna cuanto menos curioso.

A partir de aquí la cosa se pone interesante, el rio suele bajar con caudal suficiente para hacer reflejos y según hayamos escogido la hora encontraremos juego de luces-sombras muy interesantes en casi todo el cauce del rio.

El puente que vereis segun llegueis al Area Recreativa.

Habréis visto según hemos aparcado un puente de madera. Curioso, interesante, divertido. Si os fijáis bien (Y nadie la ha destrozado) alineada con este puente hay una barbacoa y unas mesas. ¿Mi consejo? Desde donde estáis FOTO. Seguiremos hacia nuestra izquierda y accederemos al área del molino. Si tenéis la suerte de que este abierto, es muy recomendable entrar y hacer unas cuantas fotos de interior. La maquinaria esta en perfectas condiciones y tiene una especie de mini museo bastante chulo para lo pequeño del lugar. Lo siento, pero no os puedo colocar ninguna foto mía del interior en este post, porque las veces que he tenido la suerte de que estuviera abierto no traía cámara; y las veces que si traía cámara no he tenido la suerte de que estuviera abierto. Si no me equivoco creo que abren martes y jueves a partir de las 19:00 pero como os dije es una mera suposición y aunque he intentado verificar este horario antes de publicar el post; no he conseguido hacerlo. Tendréis que arriesgaros.

El puente grande reflejado en el rio Xubia.

Dejamos el molino atrás y nos tropezaremos con unos cuantos juegos infantiles. A la derecha un pequeño puente nos lleva al otro lado del canal que hace trabajar al molino. Desde el centro del puente si el canal tiene agua suficiente podréis hacer una fotografía como esta. Luego ya la cosa es ir un poco a vuestra bola; tal y como os dije el día de Caaveiro, dependerá del tiempo que tengáis, del tiempo que queráis estar, de la capacidad de vuestra tarjeta SD y de la batería que tengáis. Yo siempre traigo una de cada de reserva por si acaso.

Siempre es buena idea reservar algo de munición, al venir aquí ya que cuando hayáis terminado si en vez de volver por donde hemos venido, seguís la carretera que prolongaría el camino que nos trajo hasta aquí; a unos cuatrocientos metros encontraremos otro pequeño molino, en el que además tenemos la confluencia de los ríos Xúbia y su afluente el rio Castro. Con lo cual no deberíamos irnos de aquí sin parar al menos unos minutos.

En este "Molino pequeño"; que asi lo llaman los habitantes de la zona; y al que deberemos cruzar el puente para llegar, o bien haber atravesado el amplio claro que surje detras de la arboleda que comienza en el aparcamiento, tiene unas escaleras que nos llevaran hasta la parte superior del edificio; lugar desde el que podreis hacer unas fantasticas fotografias de la confluencia del Rio Castro en el Xubia.

Nos vemos en el próximo paseo.

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BREAMO, UNA ERMITA DE LEYENDA

Templarios. Cuando oímos hablar de ellos siempre nos viene a la mente Jerusalén, las cruzadas, desierto, batallas a golpe de espada entre cristianos y musulmanes. Salvajismo y caballerosidad en el nombre del Dios que sea. Siempre se nos suele olvidar que para ver todo lo anterior en el siglo XI no teníamos que irnos hasta Palestina, casi todo lo que menciono antes, lo teníamos aquí. De hecho, Al-Manshur (Almanzor para los amigos de Jesús) llego a Santiago de Compostela y se llevo las campanas de la catedral para decorar su casa en Córdoba.

Vista de la ermita desde el acceso principal

Vale, igual aquí no había desierto ni cruzadas; pero salvajismo y caballerosidad, así como batallas a golpe de espada entre cristianos y musulmanes, musulmanes contra musulmanes, cristianos contra cristianos… Bueno ya se sabe que en este país nos mola matar al vecino siempre que no haya un enemigo común que venga de fuera.

A lo que estábamos que luego nos perdemos, aquí cerca de Ferrol; concretamente en Pontedeume; también hubo presencia Templaría. La pequeña ermita de San Miguel de Breamo, fue posesión templaría.

Para llegar hasta Breamo tenemos que ir en dirección Betanzos – Coruña por la N-651 hasta llegar a Pontedeume. Pasamos el pueblo siguiendo en dirección Betanzos – Coruña y poco después de las curvas de Campolongo, encontraremos una carretera que parte desde El Barro y que nos llevara, con un desvió, directamente a la capilla. No tenéis más que seguir las señales, que está muy bien indicado. Una vez que encontréis el camino, si vais en coche no deberíais ir muy rápido pues la carretera es estrecha y sinuosa. Tampoco es buena idea que observéis las impresionantes vistas que hay por el camino en marcha así que sinceramente si es vuestra primera subida a Breamo, y lleváis una cámara en la mano… Os recomiendo encarecidamente hacerla andando.

Ahora os contare un poco acerca de lo que deberíais esperar encontrar una vez que lleguéis a la cumbre del monte.

La iglesia románica de San Miguel de Breamo es la única construcción que se conserva del monasterio de clérigos de San Agustín, cuyas dependencias desaparecieron a principios del siglo XVII. Este templo presenta planta de cruz latina con cabecera de tres ábsides. Lo primero que llama la atención es su solidez y austeridad; apenas posee vanos de iluminación, ya que estos se reducen a los óculos, abiertos en la fachada principal y en los hastiales del crucero. La puerta de ingreso, en la fachada occidental, es estrecha y sin las habituales arquivoltas que confieren la sensación de amplitud al vano.

Algunas leyendas dicen que esta iglesia se levantó sobre un antiguo templo celta, y a su alrededor circulan infinidad de historias sobre brujas, pasadizos secretos, animales mitológicos, tesoros escondidos… No se sabe con absoluta certeza la fecha de construcción, que posiblemente date del siglo XII; pero muchas teorías apuntan a que la iglesia se terminó en el año 1187, como figura en un grabado de la fachada, aunque existe un documento en el Tumbo de Caaveiro que probaría que la construcción del templo fue anterior a 1169, año en el que está datada dicha documentación.

Mesa de piedra del area recreativa que rodea la ermita

Una vez que hayáis llegado a la cima del monte y tengáis la ermita a tiro yo lo que suelo hacer es sentarme en uno de los bancos que hay frente al acceso principal del templo y una vez regulado comienzo a disparar desde aquí. Según como tengamos el día es un buen lugar para que si tenemos el trípode nos hagamos un buen HDR. Sin duda alguna esta ermita queda genial en HDR.

Mi siguiente paso es, por supuesto el siguiente banco, y así me iré desplazando hacia mi derecha realizando un movimiento de rotación alrededor del templo y del área recreativa que tiene detrás, y en la que los días 8 de mayo y 29 de septiembre se celebra la romera de San Miguel de Breamo.

Sobre esta ermita se han contado montones de leyendas, pero sin duda la que a mi mas me gusta, y que además tiene relación directa con el hecho de que esta pequeña capilla sea una capilla templaría es la leyenda del niño que os voy a relatar ahora y que espero que os guste.

LA LEYENDA DEL NIÑO Y LOS ONCE TEMPLARIOS 

Corría el mes de diciembre de 1224. Cerca de la iglesia de San Miguel, en Breamo, once hombres rodeaban en silencio una hoguera que les calentaba y calmaba algo de la tremenda humedad que la lluvia provocaba. Eran gente madura, de armas por las lanzas y espadones que portaban, de iglesia por las cruces que orlaban sus blancas capas. Eran caballeros del Temple, templarios venidos del Oriente a los que sus maestres habían destinado a estas tierras del Finisterre. Habían sido luchadores contra musulmanes de Saladino. Habían sufrido derrota y habían huido contraviniendo las normas de su orden. Por eso estaban aquí.

Vista de la capilla desde el area recreativa que la rodea

Tenían como misión guardar esta humilde iglesia. Estaba aquí, en ninguna parte, aislada, solitaria. Inmensa en la riqueza que contenía. Aunque su aspecto no dejara adivinarlo. Su humildad externa era la máscara de su tesoro oculto.

Siempre fueron los canteros templarios maestros en el labrado de la piedra y artesanos del acertijo. Tenían, además de la misión de construir, la de anotar en las obras de piedra que componían los secretos que debían ocultar y luego transmitir. Eran sabios en cantería y maestros en misterios. Se decía de ellos que guardaban en sus cabezas los grandes secretos de los enormes tesoros de Tierra Santa y de los conocimientos sublimes de sus maestres.

Y esto guardaban los once. Los signos sagrados que decoraban esta capilla. Los que eran el testamento de la humillada orden, la derrotada, la que había pasado por la ignominia de saber perjuro a su Gran Maestre. Aquí se encontraba todo. La historia de lo ocurrido, la sabiduría que no lo impidió, el escondite de sus riquezas.

Se acercaba la noche y era de natividad. Carecían de todo estos monjes y guerreros. Solo tenían su soledad. Y la capilla que custodiaban.

Caídas las primeras sombras se refugiaron en su interior. Por los estrechos y altos ventanucos, más aspilleras guerreras que miradores, penetraba breve luz de estrellas. Miraron al rosetón sobre la puerta. Once puntas. Una por caballero. Así era desde que la construyeron. Por ella estaban allí once. Uno por extremo.

Poco a poco fueron mirando más y más a la roseta. Algo extraño ocurría en ella. No sabían bien que. Algo era diferente en esta noche navideña.

Al rato lo entendieron. Un poco por sí mismo, otro poco por lo extraño, supieron que en esa noche la roseta no tenía once puntas. Eran doce. Una más. Un caballero más. Y lo había. En el centro de la nave, la humilde nave de San Miguel, un niño dormía apacible sobre las brezas ante el altar.

Y así permaneció toda la noche. Hasta las primeras luces del alba. Hasta que amaneció. En ese momento el rosetón volvió a tener once puntas y el niño desapareció.

Desde entonces, todas las noches de la Navidad, los que se aproximan a esta iglesia-capilla juran que el rosetón tiene doce puntas. Las cuentan y recuentan y siempre son doce. Hasta la mañana. Hasta el Alba. Entonces, vuelven a ser once.

Nos vemos en el próximo paseo.

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FONTARDION - TIERRA DE LOBOS

Hoy vamos a ir a la tierra del lobo; si en realidad quedaran lobos para reclamarla por qué; gracias a los cazadores que alegan que hay muchos lobos; la realidad es que no quedan demasiados ejemplares de este mamífero, noble y leal con los suyos. Deberíamos aprender mas de ellos y matarlos menos. Los ganaderos aseguran que los lobos matan sus rebaños, y no les sacaras de su error. Cualquiera que conozca mínimamente a los animales en general, sabe que el único que mata para pasar el rato es el ser humano, y si no es el ser humano probablemente haya aprendido de él. Lo cual en muchas ocasiones; cuando “los lobos” llegan por la noche y matan a diez ovejas; por ejemplo; pero no se las llevan y no se las comen, solo las matan y comen un poco, nos deja solo con unos sospechosos viables: perros asilvestrados. Ese perro que un día alguien como tu o como yo; un ser humano; abandono en medio del monte porque había crecido mas de lo que pensaron cuando se lo regalaron al niño en navidades.

Oscuros son los mejores momentos en Fontardion

En fin, lo que estábamos diciendo, vamos a la tierra del lobo. No tengáis miedo, el lobo no suele acercarse al ser humano, es inteligente y no suele querer nada con nosotros. De todos modos, como decíamos antes, por desgracia no será fácil que encontremos lobos, en Fontardión al menos apenas se les ha visto en años.

Bien, comencemos. Como siempre vamos a salir desde el polígono industrial de Vilar de Colo; y tras pasar bajo la N-651 tomaremos la carretera que lleva hasta A Capela y As Pontes. Nos dirigimos hacia As Neves; no la cercana a Vigo en donde nació Michel Salgado; sino el centro urbano de A Capela. Cuando lleguemos pasaremos de largo y una vez que pasas As Neves; siempre en dirección a As Pontes, al cabo de unos dos kilómetros de marcha veremos a nuestra derecha una parte de la antigua carretera que ahora está ahí abandonada. Nosotros vamos a entrar en este tramo abandonado y luego seguiremos como si quisiéramos ir hacia As Pontes a través de esta carretera. Al poco terminaremos ante un camino sin asfaltar (Corredoira que las llamamos los gallegos) seguiremos avanzando con cuidado de no meternos en los baches durante unos doscientos metros hasta llegar a unos depósitos de agua donde encontraremos un buen lugar para aparcar el coche. Si cuando me sigues lo haces en un deportivo o cualquier otro tipo de vehículo de suelo bajo; será mejor que lo dejes en la antigua carretera, que es lo que mejor le vendrá a un coche de esas características.

Las alfombras de niebla de las que hablabamos

Una vez que estemos ante los depósitos; comenzaremos a avanzar en dirección hacia el monte siguiendo el camino a través del que hemos comenzado a subir. Hasta aquí uno de los mejores momentos para venir es sin duda el amanecer, mejor momento para hacer las fotos mas chulas, por lo que es bien recomendable que el desplazamiento hasta el lugar al que vamos lo hagamos de noche. Si queréis fotografiar el amanecer ya hemos comentado en otros artículos, que es imprescindible levantarse antes de que amanezca.

Desde estos depósitos que comentábamos, debemos continuar avanzando alrededor de unos dos mil metros. Así que lo mejor; si has venido de noche; es que te hayas preparado como ya hemos comentado en la primera entrada de este blog. Calzado cómodo, móvil por un lado, linterna por el otro, algo de abrigo para avanzar en la noche por zonas de montaña costera… lo normal.

Fontardion siempre es mejor en compañia.

Vamos a seguir el camino sin desviarnos de el hasta que tengamos a nuestra izquierda una colina de cierta importancia; es a pena Lobeira. Nuestro destino de hoy. Desde que cruzamos el portalón que da acceso a Fontardión (Y que espero que volvieses a cerrar una vez lo pasaste) habremos avanzado unos ochocientos metros, que te habrán parecido en medio de la noche unos dos mil. No te preocupes nos ha pasado a todos. Sabrás cuando es el momento de girar hacia la izquierda y ascender hacia Pena Lobeira cuando veas a tu izquierda un suelo de piedra ligeramente ascendente, si no fuera de noche verías las marchas de las rutas de senderismo que lo recorren, si llevas la linterna; tal y como yo te recomendé; deberías buscarlas para facilitarte el ascenso.

De todos modos, ya te digo que yo rara vez veo estas marcas de las que te hablo, así que mas o menos en algún punto que me parece adecuado entro a saco y comienzo a avanzar observando siempre; eso sí; donde pongo los pies. Este detalle es importante y no debes olvidarte de hacerlo puesto que la roca habrá sudado (O Rociado) y será MUY resbaladiza en según que puntos. 

Muy bien, ahora que estamos en la parte alta de la Pena Lobeira (Si, ya se que te lo estás

Alfombra de niebla en todo su explendor

preguntando, su traducción al castellano es Piedra Lobera) Lo suyo es lo de siempre, posicionarnos en un buen punto de disparo. Yo suelo moverme hasta el borde del pico y me coloco cubierto por el del viento que pudiera venirme de la izquierda y me oriento dirección este para captar el amanecer, cosa que; por cierto; en Fontardión es alucinante. Luego continúo disparando y regulando un poco según vaya surgiendo el asunto. Si hay niebla abundante intentaré captar las alfombras que produce, si he ido en grupo intentare captar escenas con ellos y de ellos también, procurando si es posible que no sea la típica instantánea… cada vez que subo a la Peña Lobeira hay al menos cien disparos de primer orden, y muy de vez en cuando consigo captar solo unas pinceladas.

Nos vemos en el próximo paseo.

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El amanecer visto desde Pena Lobeira

PERSIGUIENDO AL TRANSCANTABRICO

Prueba el día anterior al paso del Transcantabrico.

Es uno de mis objetivos favoritos. Lo he perseguido por Narón casi como si de una pieza de caza se tratase. He estudiado su recorrido desde el punto de origen hasta el último punto dentro de Narón, y planeo perseguirle aún más lejos. A las tierras de Moeche y Ortigueira e incluso hasta Viveiro. Pero eso será más adelante.

De momento le persigo por aquí cerca, mi objetivo se llama: TRANSCANTABRICO.

Es uno de los tres trenes turísticos de lujo que circulan por España; junto al Al-Ándalus y al Expreso de la Robla; recorriendo el norte de la península desde Santiago de Compostela hasta San Sebastián – Donostia En su versión GRAN LUJO y hasta León en su versión CLÁSICO.

Como tren turístico técnicamente podríamos decir que son dos, con salidas cada quince días cada uno.  Aunque comparten el mismo recorrido hasta Bilbao. Yo no hago discriminaciones, los persigo a ambos como si de uno solo se tratase.

Disparo del sábado al paso del Transcantabrico.

Lo descubrí por casualidad, un día que fotografiaba cerca de las vías de la FEVE; suficientemente cerca para oírlo y verlo; suficientemente lejos como para no tener un disparo limpio. Así que hice lo que hago en estos casos, comprobé en el móvil la hora y el día de la semana, y programe mentalmente dos visitas al lugar en el que había visto pasar el tren. La primera para evaluar una posición de disparo; la segunda para efectuar los disparos que captarían al tren en su esplendor.

El problema es que se te ocurren varias posiciones para efectuar tus disparos, y claro, también requieres hacer disparos de pruebas a la hora de capturar bien a un objetivo que circula; en la zona de Ferrol-Narón a una velocidad de entre 60 y 80 kilómetros por hora.

Desde la misma ubicacion a Tren Pasado

Lo primero que tuve que planear es si quería captar todo el tren o solo una parte, inicialmente decidí que sería mucho mejor imagen capturarlo entero en la imagen por lo cual opte por un punto cercano a la carretera AC 112 que discurre desde Castro hasta San Sadurniño. A unos cuatrocientos metros antes de llegar al restaurante A Serra, tenemos un camino que nos lleva a un puente en desuso para vehículos. Este fue mi primer punto de disparo. Luego vendrían otros.

El día anterior al paso de este Moby Dick personal, fui hasta este puente y realice algunos disparos para elegir la posición donde montar el trípode, y el calibrado de la cámara que utilizaría.

Disparo desde la estacion de Pedroso

Disparo desde la estacion de Pedroso

Llegue a la conclusión de que para captar un objeto en movimiento debería aprovechar dos puntos de la cámara, la ráfaga y una alta velocidad de obturación. De modo que el tren pudiera salir nítidamente o lo más nítido posible. Observando la imagen de la prueba del viernes podréis comprobar que aunque es una foto chula; nítida, nítida; no lo es. La cosa tenia que ser mas rápida de disparos. Con los conocimientos que obtuve el viernes; el sábado me plante en la misma ubicación, monte el trípode, me emplace en mi puesto y obtuve esta otra imagen; ahora ya si del Transcántabrico.

Disparo desde la estacion de Pedroso

 Aquel sábado conseguí varias buenas imágenes; pero no me quede contento. Empecé a pensar en una imagen que fuera mas impresionante; que la gente que la viera dijera “Guau que impresión” Así que seguí buscando hasta que encontré un punto de disparo que daría un resultado increíble: La estación de Pedroso. Esta un poco mas adelante del restaurante A Serra, y al principio del final de un tramo de vía recta bastante importante en el que este hotel rodante alcanza sin problemas los 80 kilómetros por hora. Busque posición, no muy cerca de la vía; para evitar la absorción de vacío que producen los trenes al pasar; no muy lejos de la misma; para no tener que meter un zoom muy elevado; y a una altura ligeramente inferior al nivel de la vía; por si todos los cálculos fallaban que mi caída fuese contra el talud y no contra los railes sobre los que estaría pasando el tren.

Aquel sábado fue muy curioso la verdad principalmente porque el maquinista del tren empezó a darle a la bocina casi a media recta Como si creyese que un tío con cámara, trípode y mochila fuera a tirarse al tren para fastidiarle el día, aunque vete tu a saber si no habrá pasado antes. De aquel sábado son estas tres fotografías.

Y así sigo, persiguiendo a este tren turístico cada vez que comienza su temporada. Intentando captarle en el mejor lugar posible con el mejor fondo posible y en el mejor entorno posible. Os dejo porque tengo que prepararme para cazarle otra vez.

Nos vemos en el próximo paseo.

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PASEO POR PONTEDEUME

La parte trasera del Torreón.

Llegado el siglo XIII ya casi empezando a encarar el XIV, allá por el año 1270 de nuestra era, un simpático rey llamado Alfonso X; conocido como el Sabio; decidió que las gentes que vivían en la desembocadura del Eúme deberían vivir en una villa y les otorgo el acta fundacional. Les dio derecho a un mercado al mes y los fueros de Benavente.

Os estaréis preguntando ¿A qué viene esto? Pues viene a que hoy vamos a pasear por mi pueblo. Pontedeume.

No vamos esta vez a salir en día de feirón (Mercado) del sábado. Tampoco vamos a salir por el pueblo durante la Feria Medieval de primeros de julio; para esta haremos una visita especial, solo para la feria Medieval de los Andrade, a la que acudiré un par de días.

Pontedeume tiene mucho que ver; y que fotografiar que es lo que nos interesa. No nos llegara un día para ver todo lo que Pontedeume nos ofrece con detenimiento, mucho menos para fotografiarlo. Si vamos a quedarnos en el pueblo un par de días; hay multitud de lugares donde quedarse a dormir; como la casa Rural del Castillo de Andrade. Posiblemente os suene porque una cantante muy mona y muy rubia grabo en ella una de sus canciones mas conocidas.

Vale, comencemos con nuestro "Safari fotográfico". Los turistas promedio hacen cinco fotos del torreón visto desde el pilón, dos fotos del pilón desde el torreón o desde delante del Bogavante y una foto del puente. Nosotros vamos a hacer otras fotografías. Después de todo, no somos turistas promedio.

Empezamos por el torreón, antigua fortificación destinada a la defensa del pueblo. Esta en un estado de conservación espectacular y alberga en su interior las instalaciones de la oficina de turismo de Pontedeume. Si alguien te dice que no fue capaz de encontrar la oficina de turismo ríete de el en su cara. Es imposible no ver el torreón si has pasado por Pontedeume.

El torreón visto desde atrás.

Pasamos de la foto clásica del turista medio (O la hacemos, ahí ya escoged vosotros mismos) y tras acercarnos al torreón, nos iremos por su derecha, por una escalinata pequeña que veremos, rodeamos el Torreón y por detrás del mismo, encontraremos un acceso al parque del Lombardeiro. Es desde aquí donde yo empiezo a disparar, claro esta que yo soy de aquí, y claro, no me llaman la atención las mismas cosas que os pueden llamar la atención a vosotros. En este punto, y operando con trípode podemos obtener una imagen como la que tenemos a la derecha.

Después de disparar las veces que necesitemos para captar el torreón en la forma que mas nos guste, podemos avanzar por la entrada del parque y recorrerlo cámara en mano. Los vilanchos suelen traer aquí a los niños cuando hace bueno así que es recomendable; si queremos fotos sin niños, padres y gente en general; que vengamos a primeras horas de la tarde. Si no nos importa o incluso preferimos que en la foto haya gente y vida, los horarios son mas tardíos, a eso de las 20:00 horas será un buen momento.

Una vista del interior del parque.

Los caminos del parque son un espectáculo de flores y plantas cuando llega la primavera, las camelias se llenan de colores y; por supuesto; de flores que les dan a los jardines un aroma inconfundible. Esto también atrae a insectillos que a su vez atraen a pajarillos que se alimentan de ellos y que si estamos preparados y dispuestos podríamos intentar fotografiar.

Bien, una vez que tengamos nuestra serie de fotografías, que no suelen hacer los turistas promedio, podemos salir de los jardines. Yo tengo la costumbre de aprovechar la posición de los parques del Lombardeiro para, al ir a salir por la zona de la palmera, buscar algún disparo que capte la torre de la iglesia desde esta ubicación. Es mi manía y no es necesario que vosotros hagáis lo mismo, pero si lo quisierais hacer, tenemos imágenes como esta que os dejo aquí debajo.

La iglesia vista desde el parque del Lombardeiro

Luego de terminar aquí, aprovecharemos para movernos hasta la Alameda de Raxoi, antiguamente fue utilizada como aparcamiento, pero ahora que la han rehabilitado, restaurado y reacondicionado tenemos en ella multitud de imágenes posibles. Desde las escaleras que están frente a la gasolinera pasando por disparar desde detrás de la casa de la juventud donde esta la escuela de música Charamela. El propio kiosko de la banda o incluso simplemente desde el extremo final de la alameda, hacia el centro del pueblo. Sin duda es un lugar que a mí me gusta bastante. Y de la cual os dejo un par de imágenes antes de terminar este paseo de hoy en la iglesia de las virtudes. Parada obligada antes de marchar del pueblo es tomar algo en la pizzería +Rico de Pontedeume que esta al final de la alameda y al lado de esta iglesia; la de las virtudes de la cual os dejo una fotografía al final de esta entrada. 


Nos vemos en el próximo paseo.

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El kiosko de la banda.

Otra vista de la alameda.

La iglesia de las virtudes.